Cangas, la villa olímpica por excelencia de Galicia, también tuvo su representación en los Juegos Paralímpicos de Tokio. Se trata de la entrenadora de remo María Jesús Bermúdez Herbello, residente desde hace años en Euskadi y que trabaja en el Club de Remo de Getxo. Junto con sus compañeros, se echó a las espaldas el reto de llevar a unos Juegos al remo paralímpico español, en un empeño pionero. “La Federación Española de Remo apostó fuerte por un equipo paralímpico hace un año para la categoría PR3Mix4+ (que mezcla a remeros masculinos y femeninos). En agosto de 2020 todavía estábamos realizando pruebas para elegir el equipo y en solo un año llegamos a los Juegos. Solo estar allí era un éxito enorme”, explica. El equipo estuvo integrado por la asturiana Verónica Rodríguez, el extremeño Enrique Floriano, la catalana Josefa Benítez y el vasco Jorge Pineda. Como timonel acudió Estíbaliz Armendáriz.

La canguesa, detrás, con el resto del equipo en una calle de Japón.

Quedaron quintos en la Final B, lo que implica un 11º puesto. Eso sí, llegar a una cita olímpica no es el final del camino para María Jesús Herbello, que habitualmente forma a unos 50 jóvenes en su club. “El reto que tenemos es competir a un nivel más alto en París 2024 y para ello nos prepararemos”, explicaba ayer mientras se dirigía al club.

A las dificultades de crear una tripulación de remo con deportistas discapacitados, el equipo que integró la canguesa sumó los problemas propios de todos los deportistas en tiempos de pandemia. “Durante un año no paramos de entrenar y concentrarnos, para conseguir llegar a Tokio”. Lo lograron marcando un tiempo de 8:12.51 y alcanzando un tercer puesto en la competición preolímpica de Gavirate (Italia).

Ya con los billetes en el bolsillo “tuvimos que formar un grupo burbuja de ocho personas, entre los remeros y los entrenadores. Estuvimos un mes concentrados en Sevilla, con temperaturas por encima de los 40 grados”, apunta. Además, llegaron a la capital de Japón con 15 días de antelación para poder cumplir con todos los protocolos y entrenar sobre el terreno. Su aventura finalizó el pasado 1 de septiembre, cuando regresó a Euskadi.

Todo el equipo de remo español.

Aunque este equipo y otro remero que acudió a competir en individual son unos pioneros del remo adaptado en España, la entrenadora canguesa no se olvida de otros ejemplos que se remontan al 2008, “aunque sin una apuesta de la federación” y más por empeño individual.

Ya con tres años de margen, María Jesús Bermúdez Herbello aspira a reforzar el equipo para poder pelear una medalla olímpica dentro de tres años “lo que sería todo un sueño”, desvela.