Una renovación en toda regla. Es lo que ha asumido esta temporada el Alondras tras un año en el que el éxito de haber alcanzado por sexta vez la fase de ascenso a Segunda División B (rebautizada ahora como Segunda RFEF) ha tenido como consecuencia directa la salida de algunos de sus futbolistas más importantes.
Los cambios han llegado incluso al banquillo ante el deseo de la junta directiva de acometer un proyecto nuevo. Jorge Otero salió con destino al Arosa y aterriza un preparador joven como José Tizón, fajado los últimos años en el Atios. Con él se han incorporado hasta 12 jugadores para completar una plantilla de 21 efectivos, a la espera de un hombre más para cerrarla de modo definitivo.
De este modo, el veterano Martín tendrá como competencia al joven Raúl Alonso, una clara apuesta de futuro para los cangueses. En defensa lo que parecía una tragedia con la marcha de Brais y la retirada de Aitor Díaz se ha tornado en una de las mejores parejas de centrales de la categoría gracias a que el marinense reconsideró su decisión y al fichaje de Abel, que retorna tras un año en el Bergantiños.
Los jóvenes Raúl Alonso y Ángel Landeira buscarán minutos, si bien la competencia más directa estará en Guille, que llega desde el Choco para reconvertirse de lateral a central. En el lateral izquierdo habrá superávit, con Nano y Anxo Vilas sumándose a Pablo García. El derecho seguirá siendo para Jesús y Diego.
El centro del campo es una de las parcelas que sufrirá una mayor renovación. Sin Manu Santos, Yahvé e Ivan Pérez la manija será para Yago Pérez, que vuelve a O Morrazo tas un largo periplo que acabó el último año en Algeciras. Para secundarlo se ha incorporado a dos jugadores en franca dinámica positiva en los últimos años como Óscar Martínez y Ube. Se suman a un Cacheda que aspira a continuar adquiriendo experiencia en la categoría.
En la parcela ofensiva la marcha de Luismi, goleador en las últimas dos campañas, se ha suplido con el fichaje de dos delanteros acostumbrados al gol como Nando y Manu Vilán. Firi aportará polivalencia bien arriba, bien cayendo a banda o en la mediapunta, y el desborde será tarea para el incombustible Mauro y para el pujante Javi Pereira, que regresa a casa tras haber estado en el Celta Juvenil.
Falta la guinda al pastel de José Tizón, un jugador ofensivo de banda para ganar en desborde y en uno contra uno, pero es un perfil complicado de adquirir en un mercado raro, condicionado por la reestructuración de categorías y el alto número de equipos gallegos en Segunda RFEF, así como por la creación del segundo filial del Celta, el Celta C Gan Peña, que partirá desde la Preferente.
