El palista cangués Rubén Paz logró el subcampeonato en el LXIV Descenso Internacional del Miño, con uno de los recorridos más duros de los últimos años debido al importante caudal del río. Esta prueba es la regata nacional más antigua.

El trayecto consistió en un trazado de 18 kilómetros desde la localidad de Rábade hasta el puente romano de Lugo. Las condiciones del río obligaron a que este año hubiese que sortear varias presas, zonas de rápidos y la organización se vio en la obligación de establecer dos pasos infranqueables. Fue aquí precisamente donde se le escapó el triunfo al canoísta cangués.

El integrante del Club de Mar Ría de Aldán dominó el descenso hasta el segundo de esos puntos infranqueables. En ese momento tuvo que portear su canoa durante un recorrido de 400 metros. La embarcación de Rubén Paz era demasiado pesada para esta parte improvisada del Descenso Internacional del Miño. Esta circunstancia la aprovechó el palista internacional Manuel Garrido, del Kayak Tudense, para superar a Rubén Paz.

Balance “agridulce”

El palista cangués reconocía al final de la competición que el resultado le deja un sabor “agridulce” porque estuvo muy cerca del triunfo. Aún así, se mostraba satisfecho debido a las difíciles condiciones que presentaba en esta edición el río Miño y al gran nivel de competidores que se dieron cita en la prueba de este fin de semana en Lugo.