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Fútbol - Segunda Autonómica

Los clubes asumen que no jugarán este año

Los técnicos del Bueu, Domaio y Cruceiro aseguran que no tendría sentido comenzar la competición en su categoría

Diego Pedrido, entrenador del Domaio. | // FDV

Óscar Sánchez, entrenador del Cruceiro. | // SANTOS ÁLVAREZ

Bruno Gago, entrenador del Bueu. | // SANTOS ÁLVAREZ

“Es casi seguro que no se va a jugar”. La frase, pronunciada por el entrenador del Bueu, Bruno Gago, es suscrita por sus homólogos de Cruceiro y Domaio, Óscar Sánchez y Diego Pedrido. Y es que con el calendario avanzando a toda velocidad no parece que haya fechas para poder salir ni que el carácter aficionado de la Segunda Autonómica aconseje competir en plena pandemia.

“Nosotros en principio sí queríamos jugar si se podía hacer. Pero a medida que va avanzando el tiempo es más y más complicado, y todo se torna muy incierto”, señala Gago, que la pasada campaña se quedó a las puertas del ascenso (los buenenses no subieron por el criterio de deportividad, por el número de tarjetas recibidas). Los sondeos realizados en Primera Regional han determinado el futuro de las tres categorías por debajo de Preferente. “En Ourense y Santiago casi no había equipos, en Vigo sí querían al cien por cien pero en la zona de Pontevedra solo estaba el Zacande”, afirma, “y si no sale la Primera no tiene sentido que lo hagamos nosotros”, añade. Para él la duda estriba en qué se hará en Preferente, si habrá o no descensos, “porque en caso de que los haya podrían juntarse un montón de equipos en Primera el año que viene”.

Su conclusión es que “hemos perdido dos años. Ahora mismo tiene toda la pinta, pero es lo que hay”. En su caso duele un poco más después de que la pandemia cortase una excelente temporada de los suyos y de que este año tuviese ya apalabrados refuerzos de categoría para intentar el ascenso.

Diego Pedrido, del Domaio, también asume que no habrá Liga. “Todo obedecería a un afán recaudatorio de la Federación, porque no tendría sentido empezar si al cabo de dos semanas tienes que parar. Esto es algo que toca a toda la sociedad y no vemos necesario que arranque el fútbol modesto”, argumenta. Él, llegado al club moañés para reemplazar a Aurelio Estévez, estuvo trabajando con sus pupilos. “Hemos hecho mucho trabajo preventivo, preparando el terreno para la pretemporada, pero han sido unos meses raros”, explica. Sobre el papel la idea era entrenar dos veces por semana en los últimos tres meses. En la práctica no siempre ha sido posible “porque yo me niego a hacer una sesión con menos de diez futbolistas”. Y las restricciones y la situación personal de cada uno no siempre ha permitido reunir a todo el grupo.

“Había muchas dudas en la plantilla sobre si competir o no. Hubo jugadores del año pasado que no empezaron a entrenar. Cada uno conoce su situación laboral y familiar. La realidad es que saldríamos a jugar solo si la Federación nos obligaba”, admite. Sobre su teórico equipo apunta que “íbamos a ser toda una incógnita”

El Cruceiro, dirigido por Óscar Sánchez, lleva parado desde que se decretase el confinamiento el pasado mes de marzo. “Acordamos no entrenar hasta que no viésemos claro que se podía jugar”, relata. Y desde la reunión telemática con la Federación Gallega en octubre no hubo ningún contacto oficial más. “Queríamos empezar solo cuando hubiese algo de seguridad”, subraya.

El panorama de que no haya Liga es el más plausible para él. “Hay que ser realista. Con las condiciones que tenemos ahora habríamos podido empezar en octubre, cuando incluso la situación sanitaria era mejor. Ahora no tiene sentido alguno”, afirma, antes de añadir que “solamente ya por una cuestión de respeto. Hay negocios cerrados, ciudades en confinamiento perimetral... y nosotros ni siquiera sabíamos qué pruebas tendríamos que hacer. No somos profesionales”. Este carácter aficionado es el que más preocupaba al entrenador vigués, toda vez que “un simple contagio en el equipo nos mandaría a todos a casa diez días. Y no vivimos de esto. Claro que todos teníamos ganas de jugar y de reunirnos, pero en estas condiciones no tendría mucho sentido”. El factor económico es otro de los aspectos a valorar. “El club está saneado, pero es difícil salir cuando no vas a generar ingresos por taquillas, cantina, publicidad...”, afirma.

El Cruceiro mantenía su plantilla del año pasado pero a pesar de la ilusión Sánchez tiene claro que “el fútbol es importante, pero no tan importante como la situación que estamos viviendo”.

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