De entre las ocho embarcaciones de O Morrazo que competirán por el entorchado nacional, pocas han exhibido en las últimas temporadas tanta regularidad como el batel absoluto masculino del Club de Mar de Bueu. De la mano de José Ferral los buenenses cerraron el pasado domingo su particular trienio de gloria, con su tercer entorchado autonómico en tres años, un logro de mérito al que ahora quieren dar aún mayor brillo cosechando un podio nacional.

Diego Pérez, Óscar Martínez, Martín Pérez, Andrés González y el patrón Andrés Ríos son los protagonistas de esta gesta, en un barco que poco ha variado su fisonomía desde que ganó su primer Gallego en 2018. "Solo cambiamos a un remero hace dos años, el resto son los mismos", apunta el técnico de la Maruxía, José Ferral, que subraya los otros dos méritos de sus pupilos. "Es un grupo muy joven, con dos remeros de 20, uno de 21 y otro de 24, y son gente la de casa", afirma, una idea que también enorgullece al presidente de la entidad, Manuel Juncal. "Son prácticamente vecinos, viven todos ellos en un área de apenas unos dos kilómetros", señala.

"El equipo está consolidado", asegura Ferral, que sabe de la dificultad de haber repetido éxito en un año atípico en el que los bateles se han trasladado a los meses de septiembre y octubre. "Son malas fechas porque viene después de las traineras y todo el mundo está de vacaciones menos ellos", afirma. El reto está encima de la mesa. "Saben lo que pueden dar y quieren intentar mejorar lo de otros años", apunta. En la práctica eso supone pisar el podio, del que se quedaron alejados el año pasado en 44 centésimas, en favor de una Ziérbena que se hizo con la medalla de bronce.

"Hay que contar siempre con los vascos, y en esta categoría es muy complicado, pero no va a quedar por no creer", afirma el preparador, al que le dan esperanzas los buenos registros de los suyos. "Están respondiendo incluso mejor que el año pasado", admite. El otro elemento para soñar es que ni la Donostiarra ni Itsasoko Ama (primera y segunda en 2019) estarán presentes en Meira.