Con la libertad de movimiento más restringida por encontrarse en Segovia, una de las provincias que continúa en Fase 0, pero con la tranquilidad de vivir en un pueblo donde es mucho más sencillo guardar la distancia de seguridad. Así se encuentra el cangués Adrián Rosales, con la mente ya puesta en la próxima temporada en la Asobal.
- ¿Qué tal está llevando el confinamiento?
- Como todos, supongo. A nosotros el equipo ya nos recomendó quedarnos en casa y mantener la distancia social incluso antes del estado de alarma. Luego, cuando ya se confirmó, hemos intentado mantenernos en forma con el trabajo que nos envía el preparador físico. Tuvimos una reunión por Zoom para despedirnos todo el equipo y ahora estamos mejor al poder salir a correr y pasear. Al estar en un pueblo pequeño [Nava de la Asunción] no hay restricciones horarias. Es un lujo salir, porque hay espacio de sobra sin cruzarte con nadie. Y por lo demás aprovecho para hacer el máster y el trabajo de fin de máster.
- ¿Echa de menos Cangas?
- Sobre todo por la familia y los amigos, a los que no veo desde Navidad. Mis padres iban a venir para el partido contra el Cangas, pero nos quedamos con las ganas.
- La conclusión del campeonato parece la medida más lógica.
- Yo creo que todos los jugadores estábamos esperando esta resolución. España es uno de los países en peor situación y se ha forzado hasta el último minuto, cuando se iba a poner en riesgo la salud no solo de nosotros, sino de nuestras familias. Y se iba a arriesgar por una competición que se veía que no iba a dar tiempo de acabar. En mi opinión se esperó demasiado y mucha gente no pudo volver a casa antes por no haber adoptado una decisión clara.
- ¿Qué opina de la decisión de que no haya descensos y sí ascensos a Asobal?
- Creo que premiar a quienes lo han hecho bien y no castigar a los que aún no habían bajado es positivo, pero sobre todo habrá que ver cómo queda la competición de cara al año que viene. No sabemos cuándo podremos jugar y en qué condiciones, porque este deporte sin público pierde mucho. Jugar a puerta cerrada es cumplir el expediente, pero por ejemplo en Nava el público es lo más importante. Llena el pabellón todos los fines de semana, y es un ingreso importante para el club, tanto en socios como en entradas. El fútbol tiene otros medios para vivir, pero nosotros no.
- Con 18 equipos en la Liga, se apunta a un sistema de competición de dos grupos.
- Tener dos equipos más no lo veo excesivo, porque sería jugar cuatro jornadas más, y se puede hacer en miércoles, como hacemos cuando jugamos ante equipos que compiten en Europa. No me parece exagerado, y no sé si compensa hacer dos grupos. No me lo he planteado por el momento y no creo que nos influya mucho. Lo importante es que podamos volver a jugar, porque si no podemos volver en septiembre a lo mejor sí que es bueno hacer los dos grupos. También tenemos el problema de que cada provincia está en una situación diferente. Además, aquí el campeón ya está decidido y nos peleamos entre el resto.
- La temporada ha sido satisfactoria para el Nava, un recién ascendido que se ha mantenido fuera de las posiciones de descenso.
- Creo que todos esperábamos ser capaces de competir y estar ahí, teníamos un grupo de mucha calidad con fichajes que iban a aportar. Luego el calendario te pone en tu sitio, este año había mucha igualdad aunque Cangas y Huesca se habían descolgado y nosotros en la segunda vuelta nos estaba costando más. Pero teníamos muchos partidos ganables por delante. Dentro de la sorpresa de ser un equipo que sube creo que estábamos donde nos merecíamos. Podíamos haber hecho algo más, pero al final la Liga se acortó y es lo que hay. Dentro de lo malo, lo positivo es que el Cangas se salva y tiene un año más para seguir en la Asobal. Y también me alegro del ascenso del Cisne, otro equipo gallego en el que tengo buenos amigos.
