La derrota en el derbi ante el San Adrián no descabalga al Domaio de la zona de promoción de ascenso a Primera Autonómica y le permite alcanzar el ecuador de la primera vuelta en una situación cómoda. El conjunto moañés tiene como gran ventaja el afrontar un tramo del campeonato a priori más favorable, toda vez que únicamente deberá medirse a uno de los seis primeros clasificados, el Vilaboa, en un partido que precisamente se disputará este fin de semana.

Los de Aurelio Estévez tienen por delante siete encuentros en lo que resta de primera vuelta (seis antes de que acabe el año), de los cuales cuatro son en casa y otros tres a domicilio. Tras recibir al Vilaboa los moañeses visitan al Deiro y reciben al Xil, dos escuadras inmersas en la lucha por eludir el descenso. El siguiente compromiso será ante el Cruceiro en un nuevo derbi en la categoría. Y, antes de que finalice el año el Domaio afrontará dos encuentros consecutivos en casa, frente al Marín (séptimo y el Cerponzóns (noveno). Restaría un único encuentro para acabar la primera vuelta, el del Mosteiro fuera de casa, que se disputaría en enero. La idea es conseguir una buena cosecha para afianzarse entre los mejores.