La distancia fatídica, los once metros, lo está siendo un poco menos esta temporada para el Club Deportivo Moaña. El conjunto que entrena David Rivada ha errado dos de los tres penaltis que le han pitado en las cuatro jornadas del campeonato, el último de ellos en el minuto 88 del duelo ante el Juventud de Cambados, que finalizó con empate a un gol. Rubén, uno de los especialistas, marró la pena máxima, algo a lo que su entrenador concede la importancia justa. "Falla el que lo tira. Es cierto que pudimos ganar, pero también lo es que ellos tuvieron una ocasión muy clara en el minuto 70 para ponerse con 2-1", afirma.
El error de Rubén se une al de Andrés ante el Beluso, si bien el delantero aprovechó el rechace para marcar. El único lanzamiento de penalti anotado por los moañeses fue en el partido ante el Porriño Industrial a cargo de Darío Martínez. "Nosotros rotamos. Ahora le toca a Darío", señala el técnico, que apunta que "yo quiero tirar 10 penaltis todos los domingos", además de comentar que la de los once metros es una suerte que se trabaja. "Se ensaya, pero lo que hay que ensayar es la situación emocional de tener que tirarlo en el minuto 88 con empate en el marcador. Eso es lo más difícil", razona.
A pesar de los dos empates de las últimas semanas, la evolución del equipo está siendo positiva, en palabras de su técnico. "Los choques ante Arnoia y Cambados pudimos ganarlos. Contra el Arnoia estoy seguro de que si nos llegamos a adelantarnos en el marcador lo ganábamos. Pero con el 0-1 nos equivocamos en irnos demasiado hacia arriba", afirma el preparador, que insiste en que las diferencias entre los conjuntos de la categoría "son muy pequeñas. Si estás concentrado, si no te equivocas, si no regalas, tienes mucho ganado, porque que el otro equipo te genere es difícil", apunta Rivada. Con todo, el Moaña se mantiene invicto, algo importante en estas primeras semanas en las que todas las escuadras están acoplándose. "Esos puntos nadie nos los va a quitar. Ya vendrán rachas malas en las que no ganemos. No somos muy superiores a nadie, así que ahora hay ir llenando o palleiro de palla", subraya.
Érik, Hugo y Berto son los inquilinos de la enfermería moañesa, con molestias de diversa consideración, lo que les hace ser duda para el choque del domingo, en el que los moañeses recibirán en su feudo de O Casal al Mondariz.
