"Nunca pensamos en un comienzo así, en el que nos costase tanto sumar. Pero el otro día se vieron cosas que identifican al equipo que yo quiero". Antonio Fernández se muestra optimista a pesar del mal arranque de temporada del Alondras, con tres derrotas en otros tantos encuentros, el último de ellos ante un Compostela que venció por 2-3 en O Morrazo. "Es cierto que esto nunca me ocurrió, pero también forma parte del aprendizaje de ser entrenador, el sacar conclusiones de todas las situaciones del día a día", afirma, pero fijando ya la vista en el siguiente compromiso de los suyos, el fin de semana ante el Arosa en el campo de A Lomba.

"Ante el Compostela hicimos muchos méritos para sumar, pero fuimos nosotros mismos los que nos autoinmolamos. Cometimos errores defensivos e individuales de bulto y les dimos tres goles. Fueron fallos, y fallos controlables", reflexiona. La solidez, una de las características del Alondras del año pasado, ha desaparecido, y es la cuestión que quizá tenga más en mente el entrenador rojiblanco. "Me preocupa que de los cinco tantos cuatro lleguen a balón parado: tres de saques de banda y una falta lateral", señala. El mal está identificado y apunta que "a nosotros nos cuesta un mundo que Jonás reciba en buenas condiciones y los rivales están recibiendo el balón demasiado cómodos. Son errores de marcaje que hay que ir subsanando. Lo que está claro es que si para ganar en casa al Compostela hay que marcar cuatro goles mal vamos".

Con todo, Fernández se mostró contento por el juego en general de los suyos y por los méritos hechos para obtener un mejor resultado. "Hicimos un buen partido y tuvimos 20 minutos muy buenos hasta el 0-1. Luego empatamos cuando menos lo merecíamos y llegaron los despropósitos, con dos regalos para el 1-3 que condicionaron el choque", relata. Sin embargo, el paso por vestuarios sentó fenomenal a una escuadra canguesa que se puso el mono de trabajo y sacó a relucir su calidad. "Tuvimos un arranque de segunda mitad fantástico y el encuentro fue nuestro. El equipo quiso y vi sobre el terreno cosas que me encantaron. Ahí sí vi ya a un Alondras más reconocible", subraya el entrenador de los de O Morrazo.

Lo cierto es que la mejoría experimentada a nivel ofensivo fue notable, como acreditan los dos primeros goles de la temporada, anotados por Jonás y Champi. "Estuvimos bien y tuvimos ocasiones, porque era difícil ser mucho más profundo ante un equipo que se encerró con once futbolistas en su campo", dice. "Fuimos bastante mejores que ellos en la reanudación", añade, a la vez que comenta que "ellos aprovecharon el cien por cien de nuestros errores. Tienen calidad y a lo mejor otro no las hubiera aprovechado, pero ellos te penalizan".