Con solo 21 años de edad colecciona medallas y se prepara para dar el salto a la categoría absoluta con el objetivo de colarse en los Juegos Olímpicos de Tokio entre ceja y ceja. Ambicioso como pocos, este remero formado en las filas de la Sociedad Deportiva Tirán antes de pasarse al banco móvil, disfruta del oro en el Mundial Sub 23 en Poznan (Polonia).

- Tres años subiéndose al podio en esta categoría, con dos oros y un bronce. No se puede pedir más.

- La verdad es que es difícil de explicar con palabras. No sé ni qué decirte. Es una sensación brutal el de estar tres años seguidos en el nivel más alto posible. Significa que todo el esfuerzo que estoy haciendo ha valido la pena.

- Y algo que se suele pasar por alto, pero con tres compañeros diferentes.

- Sí, es bastante curioso. Vino a raíz de que tras el primer año Adriá Mitjavila pasó a categoría absoluta. Después estuve con Jordi Rodríguez y este año hicimos pruebas y con Manel Balastegui el barco iba un poco más rápido y el entrenador se decidió por nosotros.

- Con la competencia que hay el único que no varía es usted.

- Mi objetivo es ser el mejor, si no no entrenaría seis horas al día, lejos de la familia y los amigos. Entreno para no salir del barco y es complicado, pero luego llegan los campeonatos y piensas que realmente ha valido la pena.

- ¿Ha sido la medalla más difícil de las tres por el hecho de haber llegado desde la repesca?

- No, creo que la más difícil fue la del año pasado [un bronce] por la situación en la que llegamos y el sufrimiento. Tuvimos una intoxicación alimentaria y estuvimos un par de días sin movernos de la cama. Este año no hubo ningún contratiempo y todo salió sobre ruedas. La primera regata no salió bien porque llegamos atontados del viaje, sin referencias, y nos fuimos a la repesca, pero sabíamos que éramos rápidos.

- Con todo, hay que ser duro mentalmente para que no entren las dudas tras caer en la repesca.

- Sí, claro que hay que ser fuertes. De hecho lo que me diferencia de los demás no es mi forma física, en el gimnasio soy de los que menos kilos mueve. Mi punto fuera es que soy muy positivo, tengo mucha confianza. Cuando nos fuimos a la repesca yo le decía a la gente que no tuvieran miedo porque el domingo íbamos a ganar.

- Al final, la diferencia entre el oro y la plata son solo 37 centésimas.

- Es que es muy complicado ganar. No podría explicarte cómo es el planteamiento de regata porque vas a todo lo que das. En peso ligero en cada regata vas a machete desde la salida porque todo se decide por menos de un segundo, que es un centímetro, dos centímetros, meter la pala antes que el rival.

- Se habla de que el acoplamiento es clave en estos barcos pero usted apenas tuvo unos meses con Manel Balastegui.

- Sí, tuvimos poco tiempo, pero en España hay algo que se hace bastante bien, y es que en los clubes o cuando remamos por separado en los skiff se busca que todos llevemos una remada muy parecida, para luego cuando haya que acoplarse sea todo mucho más rápido.

- En breve ya tiene el Mundial Absoluto, en donde supongo que tendrá ganas de probarse, de comprobar su nivel.

- Claro, aunque el nivel absoluto en doble scull es una locura y las diferencias son mínimas. Vamos a llegar a tope y hacerlo lo mejor que podamos. Yo no cuento con medalla, no por ahora, pero si logramos colarnos en la final sería brutal, una pasada. Sabemos que queda mucho por trabajar, pero también que tenemos velocidad. Manel [Balastegui] estará en el 4 Scull Ligero y yo remaré con Patricio Rojas.

- Y el año que viene toca el Clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Tokio.

- Sí, ojalá pueda lograr plaza. Tengo claro que mi objetivo es ese, es lo único que tengo en mente cada día cuando entreno.