El Alondras no pudo pasar del empate a ceros frente al Boiro, uno de los equipos llamados a estar en lo alto de la clasificación, pero que a día de hoy, no atraviesa un buen momento. El Alondras apostaba para el encuentro de ayer por poblar de jugadores su centro del campo. Ese hecho le dió más control y dominó en los primeros compases a su rival, que durante la primera media hora de juego tenía un punto de intensidad inferior a los locales. Las ocasiones de gol brillaron por su ausencia prácticamente durante los noventa minutos, sin tener apenas que intervenir ninguno de los dos guardametas. El Alondras, aun así, rondaba más la portería contraria que su contrincante, que apenas se dejó ver en ataque. Aitor después de un saque de esquina, dudó en golpear de primeras un balón suelto dentro del área, lo que le quitaría toda oportunidad de disparo, tras controlar. El Boiro solamente inquietaba algo en un par de córners en la recta final del primer acto, donde los visitantes se hicieron dominadores al menos territorialmente del partido.

Más igualdad en los inicios de la segunda mitad, donde ambos conjuntos se estirarían un poco más viendo llegadas de ambos, pero siempre sin materializar o terminar en algún disparo a destacar. Conforme pasaban los minutos, el Alondras fué encerrando a su oponente, llegando a tener ocasiones claras para llevarse el partido. Dos centros casi consecutivos de Pardavila por banda izquierda, los desaprovechaba Álex Rey, con sendos remates de cabeza. En uno de ellos, la mano de Kike Reguero evitaba el tanto al tocar lo justo y no dejar rematar con claridad al delantero alondrista.

Entrando ya en la recta final, el Alondras logró encerrar al Boiro, quien no era quien de mantener la posesión, dando una y otra vez oportunidad al cuadro morracense de rondar su área.