"Acabé la prueba un poco decepcionada, porque podía haber dado más y haber alcanzado la medalla de plata". Así de exigente se muestra la joven moañesa Marina Oliveras Argibay, que el domingo alcanzó la medalla de bronce en el Mundial de Patinaje Freestyle en la modalidad de salto. La gallega, de solo 15 años y del club Freestyle Slalom Vigo, consiguió volar con sus patines hasta una altura de 105 centímetros.

En la última jornada de competición de los World Roller Games, Marina Oliveras alcanzó la medalla de bronce. El evento se celebraba en Nanjing (China) y la patinadora, que se encontraba ayer en pleno viaje de regreso, tiene ya en mente sus próximos objetivos. Este año ganó el Campeonato Gallego tras superar el listón en 117 centímetros, "y en entrenamientos he llegado hasta los 120 centímetros", explica, de ahí que incluso esperase un mayor resultado sobre tierras chinas.

Su mejor marca del año le habría permitido repetir la medalla de plata que se colgó del cuello hace un año en Tailandia. Y es que este fin de semana la joven moañesa se subió a un podio mundial por segunda vez en su carrera, desde que hace tres años empezase a competir de forma oficial. "Creo que bajé un poco la marca por el tema de la espera . Tuve también un fallo en la colocación de las piernas", lamentaba ayer, aunque era consciente del mérito del bronce que se traía de China.

El oro fue para la senegalesa Awa Balde, que alcanzó los 125 centímetros. La plata se la adjudicó la francesa Maëliss Conan, con 115 centímetros.

Aunque Marina Oliveras nunca llegó a 125 centímetros, ve la marca que supondría el oro en el Mundial como un objetivo factible. "Creo que la puedo superar. Espero que en uno o dos años pueda estar compitiendo por el oro del mundo. En 2019 el campeonato será en Barcelona y sería muy bonito conseguir el oro allí", se pone como objetivo.

La moañesa valora la experiencia enriquecedora de competir en China con las mejores del mundo de una modalidad deportiva "que es muy nueva en España". Destaca el buen ambiente entre todos los competidores. "Fue increíble poder hablar con las ganadoras del oro y la plata tras las pruebas, y comentar las técnicas que utilizamos. Eso no ocurre en todos los deportes", pone en valor.

El año que viene el Mundial será en Holanda pero, tras una intensa preparación para los World Roller Games de este año, la joven no se irá todavía de vacaciones. Ahora debe preparar el Europeo de octubre que se celebra cerca de Milán. De momento nunca logró una medalla continental. Aunque suma un cuarto puesto, tiene la intención de subirse por fin al podio de un Campeonato de Europa.

Para el Mundial se preparó desde comienzos de año, aunque las competiciones arrancaron en junio. "Lo que más entrenamos es la física de las piernas y el torso. Trabajamos mucho los cuádriceps y los gemelos", desvela para explicar los pormenores del salto en patines, una disciplina desconocida para el gran público.