Las "eternas" obras de construcción de la nueva grada del Campo de O Morrazo obliga a los jugadores de las categorías inferiores del Alondras a cruzar la carretera para acceder a los vestuarios portátiles y cambiarse de ropa antes y después de los partidos. Incluso en el descanso se ven obligados a cruzar el vial, como le ocurrió ayer por la tarde a los jugadores del equipo juvenil.

Desde el club señalan que el mayor peligro se produce cuando juegan las categorías más pequeñas, como esta mañana. Incluso los jugadores de categoría benjamín deben cruzar la calle para acceder a los vestuarios con el peligro que ello conlleva.

La vieja grada y los vestuarios se derribaron en el año 2015 y desde entonces todavía no se acabó la obra.