La futbolista del Levante UD femenino, Ana Buceta, concluye hoy sus tres semanas de vacaciones en su Moaña natal, en las que intensificó su recuperación de la grave lesión que le hizo operarse dos veces este año. La centrocampista, que ya había estado fuera de los terrenos de juego durante un año tras una primera operación en junio de 2014, cuenta ahora con volver a pisar los terrenos de juego "en marzo o abril".

En el Centro de Recuperación Deportiva Goyo, de Domaio, Buceta realizaba ayer sus trabajos de rehabilitación. "Mi rutina en estas tres semanas en Moaña es venir al centro para recuperarme. Por las tardes hago ejercicios en mi casa y algo de piscina o incluso voy a la playa para bañar la pierna en agua fría, pero todo con mucho cuidado, porque las superficies inestables no me vienen bien".

Con 23 años, una de las mejores jugadoras gallegas de fútbol tiene por delante su segundo año de parada en su carrera y, sin embargo, se muestra optimista. "El club me renovó y tengo la intención de volver para ayudar en el último mes de liga e incluso en la Copa de la Reina. Este año el Levante tiene equipo para dar un salto importante e intentar mejorar el cuarto puesto de la temporada pasada", apunta.

En mayo fue operada en Madrid por el doctor Pedro Guillén. Fue su segunda operación en tres meses "porque se dividía en dos partes. Mi problema era la falta de cartílago, tras una lesión del ligamento lateral interno que sufrí en febrero de 2014", recuerda. En la primera operación de este año "me extrajeron cartílago para cultivarlo en un banco de células madre. En mayo me hicieron un injerto en la rótula", explica.

Su optimismo también guarda relación con estas tres semanas en Moaña. "Con el apoyo de la familia y los amigos todo es más fácil. Porque el mes antes de las vacaciones, estaba en Valencia recuperándome sola, pues mis compañeras ya habían parado de competir, y fue realmente duro", reconoce.

Hoy viajará de nuevo a Valencia para iniciar, junto con el resto de sus compañeras de equipo, la pretemporada. "Será similar a la de hace dos años. Con trabajo con el recuperador, sin forzar la rótula, y con mucho tratamiento con el fisioterapeuta", aventura. Muy lejos de la carga física de una pretemporada normal. "Hasta los cuatro meses de la operación no puedo empezar a hacer ciertos ejercicios. Y no podré correr hasta la última etapa de la recuperación".

Aunque se muestre optimista, Ana Buceta está viviendo un calvario. Tras el primer año parada le habían dicho que podría jugar sin problemas "pero la pasada pretemporada tenía dolores muy fuertes. Al final tuve que parar y volver al quirófano". La temporada pasada se perdió la posibilidad de jugar la Copa del Mundo en Canadá, pues ya había acudido a alguna concentración con la Selección Española.

La moañesa está confiada en demostrar al Levante que podrá seguir en la élite del fútbol español. Para ello tendrá que conseguir dejar atrás definitivamente una lesión tan sensible. "No me dan garantías al 100% de que regrese sin problemas", señala.

Pese a todo, insiste en que está "convencida de que volveré bien. Me operó el mejor médico para este tipo de problemas. Con que me alivie un poco el dolor que sentía antes de la intervención, yo creo que voy a poder jugar".

Durante casi toda la temporada compaginará las sesiones de recuperación con sus últimas dos asignaturas de la carrera de Ingeniería Topográfica. Que cursa en Valencia y que compaginó con el fútbol de élite.

La moañesa afronta su quinta temporada en el Levante, tras su paso por el El Olivo vigués.

Espera que sea la campaña de su regreso definitivo a los campos y dejar atrás la larga recuperación por partida doble que tuvo que asumir.