El Luceros jugo ayer con fuego y a punto estuvo de quemarse. El equipo cangués afrontaba a priori un desplazamiento asequible, para medirse al balonmano Ártabro-Novo Mesoiro, que hasta la fecha sñolo había ganado al Poio. El filial del Frigoríficos pecó de falta de tensión y a punto estuvo de volver con un resultado desfavorable. Al final logró reconducir la situación y se impuso 27-32.

El primer tiempo fue muy igualado, sin que el Luceros consiguiese despegarse de un rival que a medida que pasaban los minutos creía un poco más en sus posibilidades de dar la sorpresa. Al descanso se llegó con solo un tanto de ventaja y en el arranque del segundo tiempo la tónica se mantuvo. El Luceros seguía cometiendo errores y dando vida a su rival, que se llegó a ver con una ventaja en el electrónico de tres tantos.

Esa situación parece que sirvió de revulsivo para los cangueses, hasta ese momento aletargados. Una vez que se vieron abajo en el marcador los jugadores de José Figueroa comenzaron a desplegar su juego de defensa y contragolpe para darle la vuelta a un partido que se estaba poniendo muy cuesta arriba. Así, el Luceros encaró los minutos decisivos del encuentro con un marcador cómodo y pudo sumar una sufrida victoria.

Con este resultado se mantiene en la quinta posición con 30 puntos. El próximo fin de semana recibe en O Gatañal al Calvo Xiria, que ayer se dejó el liderato en Bueu.