Los reyes del aeropuerto

La ilusión es el mejor maquillaje posible para el cansancio que ayer acumulaba sobre sus espaldas la expedición del Frigoríficos del Morrazo después de un larguísimo viaje que unió Cangas con la capital rumana. Y es que fueron más de 14 las horas que pasaron desde que los jugadores salieron de sus respectivos domicilios hasta que pusieron pie en Rumanía. El temprano vuelo desde Santiago obligó a un importante madrugón y en Madrid plantilla y cuerpo técnico tomaron el aeropuerto Adolfo Suárez durante más de seis horas, hasta la salida de su enlace con Bucarest.

La consigna de Pillo era descansar y a más de uno se le vio con almohadas cervicales y otros elementos para evitar que la espera hiciese mella en el cuerpo. El técnico no desperdiciaba ni un minuto y trabajaba con el ordenador montando vídeos del rival para ofrecer los últimos detalles a los suyos. Pero siempre con el buen humor de vivir una experiencia que para muchos será inolvidable. Paralelamente, Bucarest ya recibió a los cerca de 30 aficionados del Cangas que estarán hoy prestando todo su apoyo al equipo en la cancha rumana.