"Realizar un buen arbitraje es más gratificante que ganar un partido jugando", afirma Aarón Sestay (Cangas, 1991). El joven, primer árbitro de la localidad en lograr la consideración de nacional, todavía se sorprende por este hecho: "Me parece raro porque Cangas es un pueblo con mucho balonmano, no entiendo por qué no hay más árbitros". "En Bueu hay más afición por el arbitraje, pero también es cierto que influye el grupo humano que hay detrás", reflexiona Sestay.

Cuando comenzó a arbitrar, sus referentes también eran colegiados de la zona: "Martín Mondelo, que me dio el curso; Farruco Soliño, con el que arbitré mi primer partido; Dani Portela... Después ya comienzas a fijarte en árbitros de categorías superiores, como Raluy y Sabroso". Junto a su pareja arbitral, el vigués Pedro Eiras, se espera de ellos que den el salto de categoría en las próximas temporadas, mientras, afrontan su segunda campaña en Primera Estatal. Sestay compagina ahora el arbitraje con impartir cursos en la zona de O Morrazo, el último en Moaña. "Cada vez se preocupa más gente por el arbitraje.Cuando dejas de jugar es una buena manera de continuar vinculado al balonmano" concluye.

En balonmano playa, Galicia cuenta con cinco representantes en categoría nacional. Y como no podía ser de otra manera, la comarca de O Morrazo también aporta un árbitro en esta modalidad. Sergio Vázquez (Cangas, 1975), aunque territorial en pista, disfruta cada verano del mejor balonmano playa de Galicia y del resto del país. Este año no ha podido asistir a ningún torneo de fuera "por motivos laborales", pero en las cinco temporadas de experiencia ya ha podido acudir a varios Campeonatos de España.