Aunque habitual de la selección española juvenil en concentraciones, torneos y amistosos, Borja Méndez se había caído de la convocatoria definitiva de Alberto Suárez para el Mundial. Peaje quizás de la mononucleosis que lo tuvo convaleciente en la recta final de la temporada. O simplemente por gusto del seleccionador. El vigués acató la decisión. Al menos el descanso veraniego sería largo. Días después sonó el teléfono. Era Jabato, el entrenador del Academia Octavio. "Te vas con la selección", le reveló. Suárez se había puesto en contacto con él. Agustín Casado, uno de los centrales elegidos, acababa de lesionarse: una rotura de fibras practicando press de banca. Méndez sería su sustituto. El balonmano escribe recto con renglones torcidos.

"La verdad es que ya no contaba con ir al Mundial", reconoce Borja. "Es una pena que un compañero se haya lesionado". Pero ya que la historia se ha desarrollado de esa forma, no se conforma con ser una pieza de relleno: "Intentaré dar el máximo cada vez que el entrenador me saque a la pista y ofrecer aquello que me pida".

La selección juvenil se entrena estos días en Pinto. Los jóvenes tendrán dos últimos días de permiso el 31 de julio y 1 de agosto. Méndez se pasará por casa a reajustar el equipaje. El combinado partirá después hacia Rusia. Ekaterimburgo acoge el Mundial desde el 8 de agosto. España comparte grupo en la primera fase con Noruega, Venezuela, Alemania y Egipto. "La situación es parecida a la del Europeo", valora Méndez. "No creo que haya otras selecciones que puedan dar la sorpresa. Francia, Islandia y Hungría tienen buenos equipos".

El vigués ejerce en cierto modo como heredero del dezano Cacheda y del pontevedrés Chapela, que brillaron en la selección juvenil. "Son los referentes, siendo gallegos y jugando además en mi puesto", admite Borja Méndez. El vigués ha tomado el volante académico en Honor Plata, como ya hiciera el propio Cacheda hace un lustro. "La convocatoria de la selección es también un premio a mi trabajo en el Octavio. Estoy muy contento y con ganas de demostrar cuánto he mejorado", indica Méndez.

La selección juvenil ejerce como puente entre campañas rojillas. Tuvo un mes y medio de vacaciones tras el final liguero. Las ha agotado. De Rusia regresará el viernes 21 de agosto. Al lunes siguiente se incorporará al Octavio, que inicia su trabajo de pretemporada el 4 de agosto. La competición liguera arranca este año antes de lo habitual, el 5 de septiembre. "No importa", asegura Méndez sobre tanto ajetreo. Sabe que el próximo ejercicio exigirá el máximo esfuerzo: "Ya no seremos la sorpresa de la categoría. Aunque también los jóvenes vamos a tener un año más de madurez y eso se notará".

Juventud que el Octavio multiplica en la confección de la plantilla con los fichajes de Andrés Piñeiro, Ángel Iglesias y Pablo Gayoso. "Ángel es un año mayor, pero lo conozco de las selecciones gallegas Con Gayoso sí he coincidido en la selección gallega y en el Lavadores. El equipo sigue en la misma línea".