Llegó a España con 11 años y pronto apostó por el balonmano como deporte en el Seis do Nadal. Comenzó como lateral y pivote, pero no fue hasta que se puso bajo palos por la lesión de un compañero cuando se enganchó a este deporte en el que parece tener un futuro más que esperanzador.

- Supongo que esto es un sueño hecho realidad.

- Sí, claro, nunca me podía imaginar que llegaría tan pronto esta oportunidad.

- Le llega después de una excelente campaña en la Primera Nacional.

- Sí, ha sido una buena temporada. Por una parte esto es genial y una alegría, y por la otra una responsabilidad, aunque mi objetivo era llegar algún día.

- No se lo esperaba, imagino.

- No, no me lo esperaba. Sí había rumores pero yo hasta que no me sentase con el entrenador o el director deportivo no iba a hacer caso de nada. Me lo comunicó Óscar [Fernández], que siempre ha sido muy sincero conmigo. Me dijo que me querían, las condiciones, que se me iba a exigir más y a mí me pareció perfecto. Eso sí, será un año para luchar y mejorar.

- ¿Y qué se le pasó por la cabeza en ese momento?

- Por una parte no te lo crees y por la otra te sientes a gusto contigo mismo y te alivia por esa gente que no apostó por ti. Jugar en Asobal asusta, pero me gusta el reto y voy a poner mucho trabajo y esfuerzo para conseguirlo.

- Ya tiene la experiencia de los últimos meses de competición con el primer equipo.

- Sí, acabé la Primera Nacional, entrené con ellos, fui convocado y formé parte del primer equipo y me sirvió para integrarme en la plantilla. Sé que me van a meter mucha caña, pero no soy de los que se achanta por la dureza de los entrenamientos.

- La idea del club es la de tener dos porteros, no un titular y un suplente.

- Lo sé. Pillo es un entrenador al que no le cuesta nada arriesgarse. Aquí el que pare será el que juegue. Con otro entrenador no habría las mismas oportunidades que con él. Sé que si Mile no para él no se va a cortar en poner en pista a un chaval de 20 años. Es lo mismo que en Primera Nacional. Llegas como segundo portero y trabajas para mejorar.

- Será un año duro, de adaptación a la categoría.

- Sé que será una temporada muy dura, un año de adaptación porque es una Liga muy exigente. Pero cada vez que subía una categoría quería demostrarme dónde podía llegar. Llegué a Primera y al final vi que valía. Jugaba con equipos de la B y vi que podía valer. Y ahora tengo que verlo en Asobal.

- ¿Con qué portero se identifica, a cuál admira especialmente?

- Por su forma de parar a Arpad Sterbik. Y a Niklas Landin.