Veinte minutos. Durante ese tiempo el Frigoríficos del Morrazo fue capaz de tutear al F.C.Barcelona e incluso mandar en el electrónico con una ventaja de hasta dos goles. Pero pasado ese tiempo el líder de la Asobal, aún invicto después de 20 jornadas de liga, impuso su ley y se llevó el encuentro con comodidad. No obstante, el Cangas no bajó los brazos en ningún momento y peleó con dignididad hasta el último segundo, en el que Suso Soliño anotó un lanzamiento de siete metros que dejó el resultado final en un 27-35.

El arranque del encuentro fue espectacular en el plano ofensivo, con un intercambio de goles constante entre Cangas y Barcelona. Los dos ataques funcionaban con fluidez y casi cada jugada finalizaba en gol, hasta llegar a un 9-9. Ese duelo pintaba mal desde el inicio para el Cangas, que se presumía que no podría aguantar mucho más tiempo ese ritmo ante un conjunto que tenía en la portería a Arpad Sterbik y en el que los lanzamientos exteriores de Montoro y Agirrezabalaga parecían poco menos que imparables. Pero fue precisamente en ese momento, cuando en la pista estaba un equipo repleto de jóvenes como Hugo, Eloy, Moisés y David García, logró dar un pequeño golpe de efecto y con dos goles consecutivos de Hugo Rodríguez y Eloy Krook se puso con un 11-9 a su favor (minuto 17.30). El tanteador fue celebrado por el público de O Gatañal casi como si se tratase de una victoria. Tuvo incluso la oportunidad de irse tres arriba tras un paradón de kevin a Sorhaindo.

Ese panorama provocó un tiempo muerto del entrenador blaugrana, Xavier Pascual "Pasqui", y el líder mostró mejor cara. Después de un nuevo gol de Fernando Eijo para poner el 12-10 en el electrónico, el Barcelona no daría más opciones a locales, que tras sufrir tres exclusiones casi consecutivas de Moisés, Hugo y Adrián, encajaron un parcial de 0-8 que ni siquiera un tiempo muerto de Víctor García "Pillo" logró frenar. Así, a menos de cinco minutos para el final de la primera parte el líder ya ganaba 12-18 después de que Juanín García anotase un lanzamiento de siete metros, una suerte en la que estuvo impecable todo el partido.

En la segunda parte Pasqui reservó a algunos de sus jugadores, como el propio Juanín, Raúl Entrerríos, Víctor Tomás o Arpad Sterbik. Pero no por ello dejó de pisar el acelerador y en este segundo tiempo su hombre más acertado fue Mikel Agirrezabalaga, un auténtico tormento con su lanzamiento exterior. La ventaja de los catalanes llegó hasta los once goles, 21-32 en el minuto 51, después de endosarle un parcial de 0-5 al Frigoríficos. Los cangueses, animados constantemente por los suyos, no cejaron en su empeño y al final dejaron la derrota en un digno 27-35.