Antonio Rodríguez Troitiño nMotor | Presidente de la Federación Gallega

“Alfonso García Eiriz es un títere de los que mueven los hilos y no dan la cara”

El dirigente se enfrenta mañana a una moción de censura un año después de llegar al cargo

Antonio Rodríguez Troitiño, ayer, en Lalín.

Antonio Rodríguez Troitiño, ayer, en Lalín. / Bernabé/Javier Lalín

–¿Cómo afronta la moción de censura a la que se enfrenta mañana?

–Con optimismo y con una razonable tranquilidad. Esta moción de censura es un despropósito y me consta que no solo la mayoría de los asambleístas, sino la mayoría de la gente del automovilismo gallego, la ve también así. Somos muchos los que estamos deseando superar este trámite para seguir trabajando en lo que de verdad importa a deportistas y organizadores: la planificación de la temporada de 2024.

–A lo largo de las últimas semanas habrá tenido que consolidar apoyos en la asamblea. ¿Cómo han ido esos contactos?

–Desde que soy presidente mantengo un contacto bastante fluido con la práctica totalidad de los asambleístas, pero sí es cierto que en los últimos días, como es normal, he tenido que intensificar ese diálogo para pulsar su opinión respecto a la moción de censura. Salvo contadas excepciones, la gran mayoría me ha transmitido que la consideran una injusticia y un esperpento.

–¿Se imaginaba llegar a esta situación cuando llegó al cargo hace menos de un año?

–Sinceramente, Alfonso García Eiriz me ha decepcionado a mí y creo que también ha decepcionado a mucha más gente, empezando por todos aquellos con los que trabajó codo con codo para propiciar un cambio de ciclo y un cambio de rumbo en la FGA tras 40 años de “corralismo”. Incluso antes de ganar las elecciones, ya había gente que me advertía de la ambición de Alfonso por ser presidente y de que me iba a fallar, pero yo quise confiar en él. Luego empezaron las deslealtades por su parte y perdió toda mi confianza. Y es obvio que no podía mantener en el equipo de trabajo a alguien que no respetaba la confidencialidad que requería su cargo y que se dejaba embaucar por los cantos de sirena que lo incitaban a preparar el terreno para esta moción.

–Quien ha promovido esta moción es la persona que fue su mano derecha en las pasadas elecciones. ¿Lo considera una traición?

–Ya digo que, como mínimo, una deslealtad. Y en cierto modo, también una traición, pero no solo a mí, sino a mucha más gente. Él sabrá los motivos que lo han llevado a actuar así. Yo tengo la conciencia muy tranquila, porque siempre fui con la verdad por delante. En todo caso, lo que me traslada alguna gente es que Alfonso García Eiriz no deja de ser un títere de los que verdaderamente mueven los hilos y que no tienen la valentía suficiente para dar la cara.

Un daño reputacional al automovilismo

–¿Cree que alguien se está escondiendo tras esta moción o que puede estar originada por intereses particulares?

–Desde luego, lo que no persigue esta moción de censura es defender los intereses generales de nuestro deporte. Estamos en la víspera de la asamblea donde se votará la moción de censura y a estas alturas el automovilismo gallego sigue sin conocer los motivos reales por los que se ha presentado. ¿Alguien sabe qué pretende hacer Alfonso García Eiriz? ¿Alguien sabe de quién se va a rodear en la federación? ¿Alguien conoce su programa alternativo? La realidad es que no lo tiene. Simplemente se ha dedicado a hacer llamadas a asambleístas, intentando comprar voluntades y con mensajes populistas como que él no cobraría un salario como presidente. Curiosa promesa, viniendo de alguien que reclamaba una tarjeta para sus gastos en aquel mítico escrito de sus reivindicaciones… Últimamente, todo lo que está haciendo es un sinsentido y creo que no es consciente de que esta moción de censura le está provocando un grave daño reputacional a nuestro deporte.

“Me pudo faltar algo de mano izquierda”

–¿Qué opina de los que dicen que la federación ha retrocedido desde su llegada al cargo?

–Es una afirmación que no se sostiene desde ningún punto de vista. Está claro que no hay peor ciego que el no quiere ver. Lo que más me llama la atención es que los que ahora ven pajas en el ojo de la federación actual no veían vigas en los ojos de la FGA de Iván Corral. Los que ahora cuestionan aciertos o desaciertos, antes ni siquiera alzaban la voz contra irregularidades flagrantes.

–¿Cuál considera que han sido los errores que ha cometido hasta ahora como presidente?

–Quizá en algún momento me haya faltado algo de mano izquierda para manejar alguna situación y, por el contrario, en otras muchas ocasiones debería haber sido más firme contra quien ha estado intentando desestabilizar a la FGA desde el primer minuto. Pero creo que la gente debe ser consciente de cómo entramos nosotros en la federación: con un equipo de trabajadores familiarmente vinculado al anterior presidente y que hubo que indemnizar, con un presupuesto ya aprobado, con una temporada ya planificada, con acuerdos cerrados para varias anualidades y con un grupo de gente que sigue sin admitir el resultado electoral y cuyo único fin es poner palos en la rueda al actual equipo directivo. A pesar de estas dificultades, mi balance de este primer año es muy positivo.

–Y de todos los cambios introducidos, ¿cuáles destacaría?

–Mañana los explicaré pormenorizadamente ante todos los asambleístas, pero por mencionar algunos, hemos recompuesto las relaciones institucionales con todas las administraciones públicas y con otras federaciones, hemos recuperado patrocinios y colaboraciones que se habían perdido, estamos apoyando como nunca el talento joven, estamos potenciando modalidades como el karting o el autocrós e impulsando un nuevo campeonato de rallysprint, hemos multiplicado la difusión trabajando mejor las redes sociales y las relaciones con los medios de comunicación, etc. Y lo que es más importante, la FGA ha dejado de ser una federación que trataba a los deportistas y organizadores como amigos o enemigos en función del criterio subjetivo de su presidente y ha pasado a ser una federación más objetiva y ecuánime.