La Volta a Portugal dará comienzo hoy su edición más abierta. La ausencia del Porto, dominador de la Grandíssima los últimos años, después de su suspensión por parte de la UCI, abre las opciones de victoria. En medio de la terna de aspirantes se encuentra un hombre que a sus 40 años afronta esta Volta en medio de un cúmulo de sensaciones. Álex Marque inicia la que será su última participación en la ronda lusa una vez anunciada su retirada a final temporada. A pesar de ello, el estradense quiere despedirse de la mejor manera posible y esa pasa por estar una vez más entre los hombres fuertes. “Es una despedida y voy a disfrutar cada día al máximo junto a la gente que me ha apoyado a lo largo de tantos años. Será una Volta muy emotiva a nivel personal pero, si es con un buen resultado, mucho mejor”.

Marque partirá una vez más como uno de los jefes de filas del Atum General-Tavira, una responsabilidad que en esta despedida compartirá con su amigo Delio Fernández. “Va a ser una Volta muy abierta. Sin el Porto el rival a batir va a ser el Glassdrive, con Moreira y con Frederico. Luego estamos un grupo de equipos que podemos estar ahí. En nuestro caso vamos a jugar nuestras cartas”, afirmó ambicioso antes de dar comienzo a una ronda que repite las características en cuanto a trazado de años anteriores. Como novedad Marque señaló a la quinta etapa, con la dura subida final a Miranda Do Corvo, justo tras la jornada de descanso.

El ciclista del Tavira señaló además otro factor que puede condicionar esta Volta, las altas temperaturas. El calor se dejará notar especialmente en las primeras etapas, que tendrán lugar en el sur de Portugal, con una salida incluso en Badajoz. “Todos nos intentamos aclimatar lo mejor posible a las altas temperaturas. Por eso trabajamos en altura y salimos a entrenar en horas de más calor pero no es fácil y más en las primeras etapas”.

Marque afronta esta última participación en la Volta a Portugal con la ambición que lo caracteriza pero también con dudas sobre su estado físico. El estradense comenzó bien su preparación en invierno y cogiendo un buen ritmo de inicio. Sin embargo en su camino se cruzó algo inesperado, una toxoplasmosis. Fue en su participación en O Gran Camiño cuando Marque comenzó a notar que algo no marchaba bien en su rendimiento. Tras realizarle pruebas se detectó la infección y se inició un tratamiento que lo obligó a frenar los entrenamientos. Una vez superado, volvió al trabajo, que de nuevo tuvo que frenar por culpa del Covid.

Todo esto lleva a Marque a afrontar la Volta con poca competición, apostando principalmente por las concentraciones en altura para llegar en las mejores condiciones posibles. “Los números en los entrenamientos son buenos pero hay que ver cómo reacciona el cuerpo con la acumulación de esfuerzos”. Ante esta incertidumbre, el ciclista del Tavira apuesta por ir día a día. “Los libros se leen página y sin saber cómo van a acabar”.

Marque vivirá su decimonovena participación en la ronda lusa. La primera de ellas, según recuerda, fue en el año 2004, cuando tenía 23 años. Tras sus años iniciales como gregario fue ganando protagonismo hasta llevarse la victoria en la edición de 2013. El año pasado, ya con 39 años, estuvo entre los mejores, con una etapa y varias jornadas de amarillo.