Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Derribando puertas

Tres años después de su larga lucha con la FIFA, el juvenil Joseph Daszkal es un habitual en las convocatorias de la Escola de Fútbol de Lalín

Derribando puertas

El Club Deportivo Lalín inició esta temporada un nuevo proyecto. Cambio de directiva, de dirección deportiva, de entrenador y, por encima de todo, una apuesta total por los jugadores dezanos. Los rojinegros han planteado una apuesta pensada a varios años para regresar a categorías superiores y esta pasa por mezclar jugadores veteranos como Dani Méndez, Rucho o Ferreiro con algunos de los jóvenes y prometedores valores que están saliendo del trabajo de la Escola de Fútbol Lalín. La buena sintonía que reina entre el club de cantera y el de Primera Autonómica ha permitido además tender un puente entre los juveniles de Nacional y el equipo dirigido por Julio Alberto Fernández. Ese puente está teniendo dos usuarios destacados, cuya participación en los entrenamientos y partidos del primer equipo es ya constante, sin dejar a los juveniles y su lucha por mantenerse en la categoría nacional. Uno de ellos es el goleador Eloy. El otro, Joseph Daszkal, un centrocampista que hace ahora tres años protagonizó una larga y dura lucha con la FIFA para que le dejasen jugar en la EF Lalín.

La historia de Joseph tuvo un final feliz, ya que el organismo internacional terminó dándole permiso para poder jugar en España Lo hizo sin embargo después de casi cuatro meses de pelea por parte de la familia de Joseph y la EF Lalín. En su caso, el centrocampista, cuya familia había retornado desde Venezuela a Lalín, donde nació su madre, se topó con la lucha de la FIFA contra el "fichaje" de jugadores menores de edad por parte de las canteras de los grandes equipos europeos. A sus quince años, Joseph poseía experiencia en equipos de base venezolanos como el Estudiantes de Caracas y llegó a jugar torneos en Argentina o Orlando. Tras mudarse a Lalín, la Escola de Fúbtol Lalín le abrió las puertas de su equipo cadete pero la FIFA temió que el jugador pudiese venir a España como un fichaje tapado y abrió una investigación que se extendió durante meses y en la que llegaron a pedir las cuentas bancarias de la familia.

Tras conseguir finalmente el permiso, Joseph pudo volver a jugar al fútbol. El centrocampista se integró en el equipo cadete de Liga Gallega de la EF Lalín, consolidándose como un gran jugador para la cantera rojinegra. El hispano-venezolano fue quemando etapas en la escuela, alcanzando el año pasado el ascenso con el equipo juvenil a Liga Nacional, la primera vez que la EF Lalín lo lograba en esa categoría. Esta temporada, Joseph, de 18 años, afronta su último año como juvenil y lo hace peleando con el equipo de Javi López para intentar mantener la categoría que tanto costó alcanzar.

El centrocampista sin embargo también ha conseguido hacerse un sitio en el Lalín, con su apuesta por la cantera y los jóvenes valores locales. Cada semana realiza entrenamientos a las órdenes de Julio Alberto Fernández y ya es habitual que doble partidos el fin de semana entre juveniles y el equipo de Primera. "Es bonito que te llame el Lalín. Será que algo estoy haciendo bien", afirmó ayer el jugador, quien se muestra contento de ver que no "desentona" en la competitiva categoría sénior. "A un jugador siempre le gusta ver que puede competir ahí", argumenta. Joseph aguarda que el Lalín pueda pelear arriba, incluso por ser campeón de liga. En cuanto a los juveniles, el objetivo es diferente, "pelear por la permanencia hasta el final y, si se puede, no sufrir".

El jugador recuerda lo sucedido hace tres años como "un mal trago" del que ha podido desquitarse en estas temporadas en la EF Lalín. No sabe qué le deparará el futuro pero admite sentirse muy "cómodo" en el Lalín.

Compartir el artículo

stats