Siete años después de aquel fatídico descenso en la última jornada, el Estradense regresa a Tercera División. Los rojillos debutarán el próximo domingo en el campo del Arzúa. Ahí arranca una temporada en la que el objetivo será agarrarse con uñas y dientes a una categoría siempre complicada y en la que están llamados a pagar la novatada del recién llegado.

Los rojillos han apostado por dar continuidad al proyecto iniciado con la llegada a la presidencia de Toño Camba y su equipo hace dos temporadas. Alberto Mariano seguirá al mando de un equipo que se asienta en jugadores de la casa que llevan años de servicio en el club. Los Manuti, Vicente, Javicho, Fafú, Mateo, Jorge, Coke o Martín se han ganado una temporada en Tercera después de años peleando con el Estradense en Preferente. A pesar de la importancia que tendrán en esta nueva aventura por la experiencia que deben aportar sobre el campo, los años juegan en contra de algunos de ellos. Por detrás de ellos se encuentra un grupo de jugadores llegados en las últimas temporadas y que han sido capaces de dar al equipo el punto que le faltaba para lograr el ascenso. Los Brais Calvo, Carabán, Samu, Brais Calvo, Iago Neira o Borja han complementado y rejuvenecido al Estradense para terminar confeccionado una base sólida sobre la que poder se asentar el nuevo proyecto.

Con esa base, el club ha apostado por introducir juventud en el vestuario. De los siete fichajes llegados el mayor es Martín Sánchez, con 24 años, algo que ha bajado notablemente la edad media de la plantilla. Muchos de los recién llegados cuentan con experiencia en Tercera, aunque no han encontrado la continuidad necesaria para seguir creciendo en esta categoría. Esa oportunidad se la brindará ahora un Estradense que confía en el paso adelante de los jóvenes y en su conjugación con los veterano como el cóctel que les permita mantenerse en la categoría.

Sobre el campo, el Estradense mantendrá la filosofía introducida por Alberto Mariano desde su llegada, con diferentes formas de jugar según el rival y el momento. Los rojillos cuentan con un plantel acostumbrado y que gusta de salir con el balón jugador desde atrás, un juego al que se acoplan a la perfección jugadores como Ube o Ander. El Estradense sin embargo también ha demostrado que hace daño con el juego de presión y transiciones rápidas. El regreso de Juanín y la calidad de Porrúa ayudarán en ese sentido, y todo a la espera de la llegada del brasileño Rodrigo Love, el hombre llamado junto al joven Borja a poner el gol en el Estradense, y más tras la lesión de Jorge.

Mantener el rigor defensivo y explotar el balón parado serán dos objetivos a cuidar en un año que promete emociones.