El Club Bádminton A Estrada logró el pasado mes de febrero un brillante e inmaculado ascenso a la máxima categoría del bádminton español. El equipo formado en su gran mayoría por jóvenes valores estradenses mostraba la progresión de una cantera inagotable para colarse con fuerza entre los catorce mejores equipos nacionales. El sueño de dar el salto a División de Honor se ha esfumado sin embargo mucho antes de empezar. El club anunció su renuncia oficial al ascenso, una dura decisión motivada en gran medida por las altas exigencias económicas de una categoría en la que tendrían que viajar por toda España. Desde el Bádminton A Estrada apuntan sin embargo a nuevos objetivos, con el bonito sueño de poder clasificar a un estradense para los Juegos Olímpicos de la juventud.

El máximo responsable del Club Bádminton A Estrada, Rodrigo Sanjurjo, afirmó ayer que han decidido "no abarcar más de lo que podemos", en relación al festejado ascenso a División de Honor. El director deportivo explicó que salir en División de Honor tendría un coste para el club que rondaría los 20.000 euros, lo que se llevaría la mitad de un presupuesto total que este año rondó los 40.000 euros. "Las exigencias económicas nos obligan a ser cautos. División de Honor son catorce jornadas, siete fuera de casa, y además aumentan los costes", explicó al tiempo que recordó los problemas a los que se enfrentan en estos momentos los clubes por los recortes en subvenciones y patrocinios. "Ahora mismo necesitaríamos muchos apoyos privados para poder participar en una liga así. En los últimos cinco años nuestro presupuesto se redujo en un cincuenta por ciento, lo mismo que se redujeron las ayudas públicas", manifestó Sanjurjo en el mismo sentido.

Este importante condicionante económico se unía además a una excesiva carga de partidos para los jóvenes jugadores estradense. "Deportivamente hablando la exigencia para los jugadores era demasiado alta. Tendríamos torneos todos los fines de semana. Renunciando a División de Honor habrá más descansos y podremos centrarnos en otros objetivos", apuntó. Esos objetivos de los que habla el técnico pasan por dar continuidad a la apuesta por los campeonatos nacionales e internacionales.

En los últimos años los canteranos han dado un claro paso en Europa, con abundantes y fructíferas participaciones en torneos de base. Esa participación les ha servido para llamar a las puertas de la concentraciones y convocatorias de las selecciones nacionales de base.

El club no quiere que esa puerta se cierre por culpa de las altas exigencias económicas de la máxima categoría "Renunciar a División de Honor no es dar un paso atrás, es un cambio de objetivo. En este punto teníamos que elegir y apostamos por esto. En estos momentos tenemos jugadores capacitados para competir a nivel internacional y no podemos cerrarles esa puerta", afirmó al tiempo que recordó las posibilidades que tienen cerca los canteranos estradenses, incluida una posible presencia en unas Olimpiadas de la Juventud (Ana Carbón y Elena Andreu están bien posicionadas en ese sentido).

La renuncia a División de Honor implica que el próximo año no competirán como equipo, salvo en el play off de ascenso a Liga Nacional. Se centrarán por tanto en los campeonatos autonómicos y nacionales, además de en presencias habituales en internacionales. Los jugadores ya han iniciado los entrenamientos de pretemporada, aunque el equipo está todavía por cerrarse. Es segura la baja de Eva Murio por sus estudios. El club aguarda poder contar con el resto de jugadores una temporada más, con la duda de la capitana Raquel Miguéns.