El Club Deportivo Lalín juega esta mañana en Vigo con el objetivo de abandonar los puestos de descenso. Los de Tamayo visitan el campo de Pahíño, feudo del Alertanavia, donde a partir de las 12.00 horas disputarán el encuentro aplazado el pasado 10 de enero por el temporal. Se da la circunstancia de que los rojinegros juegan su segundo partido consecutivo en 24 horas, después de eliminar el pasado martes al Vilatuxe en su debut dentro de la Copa Deputación. Si entonces la presencia de juveniles fue importante, esta mañana Tamayo volverá a disponer sobre la hierba sintética de Navia a un equipo más reconocible para sus aficionados. En la convocatoria vuelven a estar hombres como Óscar Méndez y Mario, pero se caen los sancionados por acumulación, Cañón y Maceiro. Los dos únicos juveniles que viajan con el equipo son Jacobo y Martín.

Tamayo hacía ayer números para subrayar la importancia de la contienda indicando que "si ganamos en Navia nos ponemos a 5 puntos del Alertanavia y a 7 del décimo, que si no me equivoco es Xuventú Sanxenxo". El entrenador del Lalín también recordó que de perder las cosas volverían a ponerse muy feas para los suyos. "Todo lo que sea sumar es bueno", afirmó un técnico visitante que también destacó las pequeñas dimensiones de Pahíño, un campo "sintético de los antiguos con una superficie dura" que condiciona mucho a la hora de realizar un planteamiento. En este sentido, Tamayo recordó que este tipo de campos es en los que "jugadores como Óscar Méndez se adaptan mejor que, por ejemplo, Ayaso o Carra, a los que les cuesta más jugar cómodos", y adelantó que en el duelo de esta mañana "habrá que jugar con más velocidad y estar más atentos tanto en defensa como en ataque porque las reducidas dimensiones del campo impiden transiciones largas".

Decisión acertada

El colegiado Rubén Castro Fernández fue el que decidió la suspensión del partido que debían disputar el Alertanavia y el Lalín en las afueras de la ciudad de Vigo. Los dos equipos llegaron incluso a realizar el calentamiento previo antes de comenzar el encuentro, pero una fuerte tromba de agua y viento anegó el césped en apenas diez minutos, lo que provocó que se plantease la suspensión del encuentro. El árbitro mandó a los vestuarios a ambos equipos en espera de una mejoría de las condiciones meteorológicas. Pero una nueva comprobación del estado del terreno de juego y las previsiones de más lluvia intensa motivaron la decisión arbitral en una jornada marcada por las inclemencias meteorológicas en la Ría de Vigol

El técnico del Lalín reconoció e aquella ocasión acertada la medida, en especial porque no llegó jugarse ni un sólo minuto de la contienda, que lo evitó posibles lesiones de los jugadores. Consideró que hubiera sido muy complicado completar los noventa minutos de juego debido a la ingente cantidad de agua caída sobre un terreno de juego que fue incapaz de drenarla. Los lalinistas estaban entonces penúltimos en la tabla provisional y, al igual que hoy, necesitados de puntuar para poder ver por fin la luz a la salida del túnel.

Los dos contrincantes de hoy llegan a esta cita matinal separados por 8 puntos y dos puestos en la clasificación del Grupo Sur. Sin embargo, son los del Cortizo quienes afrontan la cita con mejor predisposición anímica tras los últimos resultados cosechados en el campeonato. Los de Tamayo vienen de vencer por la mínima en el Cortizo sintético a un rival directo como el Domaio, encadenando de esta forma una racha de dos victorias seguidas en la competición. Enfrente tendrán a un conjunto vigués irregular en las dos últimas jornadas, donde cosechó un empate y una derrota. De todas formas, la igualada fue en el campo de uno de los gallitos de la Liga, el Porriño Industrial, cuarto clasificado. Así las cosas, el enfrentamiento de esta mañana será crucial para las dos escuadras en su pelea por certificar la permanencia. Ganar o ganar será la consigna del equipo de Tamayo en el campo de Pahíño de Navia.