Sin puntería resulta muy complicado ganar los partidos. Eso fue lo que le faltó ayer al Arosa, un equipo capaz de llevar el peso del encuentro pero sin crear grandes ocasiones de gol, más allá de dos palos en el tramo final, cuando el encuentro se volvió un poco loco. Enfrente también tenía a un equipo que supo cerrar los espacios con una defensa de cinco hombres y amenazar con la velocidad de sus puntas, aunque tampoco llegó a inquietar en demasía al portero rival.

Desde el primer momento, el Arosa salió a dominar el partido, gozando de dos tímidos acercamientos en los que Borja Míguez no acertaría a conectar bien con el balón. Aunque la presión alta que impuso el Arosa le dificultaba la salida de balón al Aloondras, cuando los visitantes conseguían superar las líneas de presión, creaban mucho peligro, como en un centro de Abel que no alcanzó a rematar Mauro o en un cabezazo del propio Abel en el minuto 12 que Manu Táboas atrapó junto al palo.

El Arosa se fue haciendo con el control del encuentro, tratando de tocar el balón para abrir huecos en la tupida defensa visitante, pero se erraban las ocasiones que se creaban. Borja Míguez remató mal en el 20 y Hugo Losada estrelló el balón en un defensa cuando enfilaba portería en el 22. El propio Hugo Losada rozó el tanto en el 24, en un fuerte disparo que rechazó Andrés con apuros. Parecía que el gol del Arosa era cuestión de tiempo, pero no llegaba, y en el minuto 32, un disparo desde fuera del área de Mauro estuvo a punto de hacer pagar cara la falta de puntería a los locales. El balón se acabaría escapando fuera por muy poco.

En el 42, el propio Mauro soltaba un latigazo que obligaba a Manu Táboas a meter los puños para evitar el tanto visitante. La primera parte dejaba un cierto regusto amargo para los locales ya que, pese a ser los dominadores de la pelota y del juego, apenas inquietaron al meta rival.

La segunda parte continuó por los mismos derroteros: dominio arlequinado pero sin apenas ocasiones de gol más allá de una internada de Julio Rey, cuyo centro fue despejado por Abel cuando Sylla ya tenía la caña preparada para marcar.

El Alondras también gozó de alguna contra para desequilibrar el partido, pero ni Xoel ni Rosillo acertaron a disparar con acierto. La ocasión más clara para el Arosa llegaría en el minuto 61 en una larga jugada en la que tras intervenir Abel Suárez, Hugo Losada y Sylla, el balón le llegó a Borja Míguez, cuyo disparo se estrelló en la cruceta. El propio Borja Míguez no llegó a un pase a la espalda de los centrales de Julio Rey que le dejaba solo ante Andrés.

El tramo final del encuentro estuvo lleno de imprecisiones por parte de ambos equipos, convirtiendo el encuentro en un correcalles en el que los delanteros se estrellaban una y otra vez contra la defensa rival. Sin control por parte de ninguno de los dos lados, el gol podía caer hacia cualquier lado. Pudo caer para el Arosa en el 86 en un centro de Julio Rey desde la izquierda que peinó Borja Míguez para que rematase Iñaki. Su disparo se estrelló en el palo de la portería de Andrés. Y pudo caer para el Alondras en el descuento, en una internada de Rosillo al que el disparo no le cogió la suficiente rosca.

Luisito: “No estuvimos fluidos en ataque”


El técnico del Arosa, Luis Míguez no se mostraba muy satisfecho con el partido realizado por sus pupilos en el día de ayer. Luisito reconocía que “no estuvimos nada fluidos con el balón, especialmente en ataque” y recordó que “si alguien pensaba que esto iba a ser fácil para el Arosa por ser un recién ascendido, ha visto que se equivoca”. Luisito quiso matizar que su equipo “es uno de esos seis o siete que van a pelear por estar arriba y, aunque yo quiero ganar siempre, lo fundamental es que en las primeras diez jornadas no nos distancien”. “Fue una pena, porque si hubiésemos aprovechado las tres primeras ocasiones, el partido iba a cambiar mucho y todo sería más fácil, pero estuvimos muy espesos a la hora de atacar la línea de cinco del Alondras”, explica. Con el cambio de sistema, “el equipo mejoró y tuvimos dos palos; lo más normal es que este tipo de partidos lo acabes perdiendo, pero sacamos un punto”, Lo que tiene claro es que no puede echarle nada en cara a sus futbolistas, porque “se vaciaron sobre el campo y yo prefiero que los jugadores fallen por insistencia que por cagones”.