El Rasoeiro se impuso con contundencia y sin contemplaciones ante un Ribadosar santiagués que, en la segunda parte, acabó siendo un juguete en manos de un Rasu que evidencia no ser de esta categoría. El objetivo, recuperar la Primera Autonómica que le correspondía y que perdió por la situación COVID-19. Y rumbo a ello se encamina con mano firme el equipo de Fabián González.
De salida el Rasu arrancó con un 3-0 dispuesto a marcar diferencias desde el arranque. Pero por un momento, los santiagueses atisbaron rehacerse llegando a poner el empate con gol de Barrio (7-7), y repetirlo al cabo con este mismo jugador (9-9). “Fue un inicio en el que marramos mucho lanzamiento -reconoce el técnico Fabián González-, por un momento encontramos solo red en uno de los siete realizados”.
Fue a partir de ahí en que, tirando del saque rápido de centro para ahogar el rival, llegó el momento dulce del equipo meco. Así, bien arropado desde la grada, sendos goles de Javi, Sergio, Mouco, Rey, Álex y Garrido, materializaron un 6-0 de parcial que llevó el marcador a un 15-9. De ese golpe del que ya no se repuso del Ribadosar.
Al descanso, el 23-12 del electrónico reflejaba un partido finiquitado en la práctica. Para diluir cualquier duda, se confirmó en el inicio del segundo tiempo, con un 5-2 de parcial, que no hizo sino crecer la renta (28-14). Así las cosas, el técnico local fue aprovechando la situación para repartir minutos entre todos los jugadores, mismo haciendo jugar en ataque a los menos habituales en aras a reafirmar confianza. Así las cosas, el Rasoeiro se mantiene líder con 6 puntos y uno de ventaja sobre Sanxenxo, Moaña y Guardés. En el alero, el poder prescindir la Federación del uso de mascarillas que, por el momento, sigue siendo prenda obligatoria en competición gallega.
El técnico pontevedrés del Rasoeiro se mostraba satisfecho por este arranque liguero: “de las tres jornadas -afirma Fabián González- hicimos dos partidos en casa, y este si cabe más que, la verdad, nos salió redondo, y está enganchando al público para volver al pabellón”. “Y eso -agrega- que yo, que soy muy cauto, recelaba mucho del Ribadosar, que había empatado en Chapela y peleado mucho el partido ante el Moaña, y que está dirigido por un buen técnico como es el Alberto Barrios, hijo del Javier Barrios que fuera entrenador del Teucro”.
