El Céltiga resolvió a su favor el primer test de la competición para frustración de un Ribadumia que se fue del Salvador Otero con la sensación de haber hecho todo lo posible para un mejor resultado. El enfado con la actuación arbitral, merced a dos expulsiones y dos penaltis reclamados, ya es harina de otro costal.

Los de Edu Charlín trataron de esperar su momento sabedores que en los espacios se podrían manejar con solvencia para hacer valer su velocidad. Así le surgieron las primeras situaciones de transiciones, dos concretamente, que no supieron llevar en la dirección de la portería rival. Sin embargo, a la tercera fue la vencida y coincidiendo con el último minuto de la primera parte. Fue en una rápida combinación entre Óscar, Yago y Davila que éste envió al fondo de la red.

El Ribadumia se expuso al máximo en la segunda parte para empatar, pero enfrente estuvo un Céltiga eficaz defensivamente para que el marcador ya no se moviese.