El Arosa ya está al completo. A mediodía de ayer Pedro Beda aterrizó en Madrid procedente de su Brasil natal para sumarse a partir del lunes al trabajo junto a sus compañeros ante la decisiva eliminatoria del play off exprés de ascenso a Segunda División B.
El máximo realizador del equipo vilagarciano en lo que va de temporada se fue a Brasil para pasar allí el obligado confinamiento con el pertinente permiso del club y, aunque con algunos días de retraso debido a la dificultad para encontrar un vuelo, ya está en su residencia de Pontevedra para sumarse mañana a los entrenamientos.
Será precisamente en la sesión de mañana cuando el brasileño se someta al test serológico para descartar cualquier tipo de afección vírica, si bien tendrá que realizar una prueba PCR de contraste para certificar médicamente su buen estado de salud.
Pese a las dos semanas de desventaja en cuanto a preparación que lleva respecto a sus compañeros, su óptimo estado físico invita a pensar que no será ningún hándicap en su preparación respecto al próximo 19 de julio, día de la eliminatoria en Balaídos ante el Ourense. Para ello también ha seguido los entrenamientos en su país que le han ido llegando por parte de Miguel Fontán, preparador físico del club, e incluso se entrenó por su cuenta más sesiones una vez dejó atrás las molestias musculares que le habían lastrado en las jornadas previas al inicio del confinamiento.
La buena nueva de la llegada de Pedro Beda se suma a una dinámica de entrenamientos que está resultando de lo más satisfactoria para el Arosa. Con A Lomba como centro de operaciones, el equipo de Rafa Sáez ha completado esta semana un total de cinco sesiones grupales que se han sumado a las tres de la primera semana.
Las buenas sensaciones que dieron los jugadores desde el primer día en el tono físico se han confirmado con la evolución de unos entrenamientos que van ganando en intensidad y en transferencia futbolística con el paso de los días. Todo ello dentro ya del mes más importante para el club en los últimos 27 años.
