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Una cita estival de referencia

El Torneo Social, que suma este año su 31.ª edición, atrae a jugadores de toda Galicia

La intensidad de los partidos del torneo descubre la implicación de todos sus participantes. // FdV

El baloncesto aficionado tiene cada verano una cita de referencia en Vilagarcía. Un evento conocido como Torneo Social de Verano y que está disfrutando este año de su 31ª edición patrocinado por La Urbana. Más de tres décadas de existencia que aglutinan tradición, amistad y también un notable reconocimiento.

Pocas son las actividades deportivas que pueden presumir de una trayectoria tan dilatada en la localidad arousana. Aquella idea primigenia que arrancó en el extinto pabellón del Liceo Marítimo a finales de los años 80 exclusivamente para socios de la entidad fue dando paso a un campeonato de más de un mes de duración que atrae la atención de jugadores venidos desde cualquier parte de Galicia.

Castelao y actualmente Fontecarmoa fueron los emplazamientos que albergaron este torneo cuando el pabellón del Liceo en Ravella fue reducido a unos escombros en un solar que todavía se resiste a la voracidad urbanística en pleno centro de Vilagarcía. Centenares y centenares de jugadores participaron del Torneo Social de Verano desde aquellos inicios. Todo ello con la deportividad por bandera para atenuar las ganas de competir intrínsecas a cada partido.

El hecho de no tener límite de edad añade al evento el acento familiar que lo hace aún más entrañable. Padres jugando contra hijos o ver en liza sobre una misma cancha a jugadores de distintas épocas, son algunas de las posibilidades que brinda este torneo y que atraen la atención de tantos espectadores cada jornada.

A las 20.45 horas de lunes a viernes, y durante prácticamente todo el verano, siempre hay un partido que presenciar en Fontecarmoa. La expectación que genera queda plasmada en que más de un centenar de personas asiste a diario a presenciar los partidos. Además la trascendencia de los mismos a efectos clasificatorios va en aumento con el paso de las semanas, lo que también redunda en una animación creciente en el pabellón.

Las clasificaciones individuales de máximo triplista y encestador son otros de los estímulos que manejan los jugadores. La organización se ha encargado además de implementar más alicientes como la creación de un All Star con los mejores jugadores de cada uno de los grupos de competición, así como concursos de triples, habilidades y tiro por parejas.

Todo ello en un ambiente deportivo que se prolongará hasta los últimos días de agosto. Pero antes de esa fecha los once equipos en liza y más de 130 jugadores todavía tienen que librar varias batallas por delante para dirimir las plazas que permiten disputar las eliminatorias de cuartos de final. La emoción está servida en Fontecarmoa en una cita que sigue haciéndose mayor.

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