Ribadumia y Céltiga partían a inicio de temporada con la intención de conseguir la permanencia cuanto antes. Ambos tendrán toda la segunda vuelta para hacer los deberes, ya que, en estos momentos, se encuentran en posiciones de descenso, sin contar los posibles arrastres que se registren desde la 2ªB.

Si el Céltiga ha mantenido una trayectoria errática toda la campaña, no ha sido el caso del Ribadumia, que llegó incluso a flirtear, en las primeras semanas de liga, con los puestos de play off. Sin embargo, los aurinegros han entrado en barrena y de los 12 últimos encuentros tan solo han ganado uno (precisamente ante el Céltiga) y sacado dos empates (Paiosaco y Vilalbés). Lo más preocupante es la gran cantidad de goles encajados, aunque en el último encuentro, ante todo un Racing de Ferrol dejó brotes para la esperanza.

Por su parte, el Céltiga acumula nueve derrotas consecutivas que le han llevado a situarse en la penúltima posición. El cambio de Manolo Núñez por Javi Rey no surtió, de momento, el efecto deseado y los resultados no acaban de llegar mientras la permanencia se sitúa cada vez más lejos. El club ha buscado refuerzos para afrontar una segunda vuelta en la que tendrá que hacer muchos más puntos que los 14 que luce en su casillero.