El técnico aurinegro, Luis Carro reconocía al término del partido que "jugamos un buen partido, pero nos penalizaron mucho los errores en la salida de balón. Éramos conscientes de que no podíamos hacerlo porque ellos son muy peligrosos.

En la segunda parte "ofrecimos una buena imagen, cambiamos el dibujo, pasando a jugar con tres centrales y dos puntas, lo que nos permitió igualar el partido y controlarlo, sin que ellos nos creasen muchos problemas".

Sin embargo, otra pérdida de balón y la fortuna "nos pusieron el partido cuesta arriba", señala Carro.

"Al final metimos el 3-2 y tuvimos ocasiones para empatar, pero no lo conseguimos. Ellos con muy poco son un equipo que te hace mucho daño, y eso se notó. Teniendo en cuenta que nos faltaba gente importante, creo que el equipo fue capaz de dar el nivel y fue atrevido, algo que hay que reconocerle", explicó el técnico del Ribadumia

El Ribadumia se quedó sin el premio de puntuar en As Eiroas pese al buen juego que desplegó. Los aurinegros llegaron a dominar el partido, sobre todo en el inicio de la segunda parte, pero la efectividad de uno de los mejores equipos de la categoría, como es el caso del Bergantiños, y la suerte, que se alió con los locales, acabaron tumbando a los pupilos de Luis Carro, que merecieron mucho más.

Los aurinegros afrontaron el encuentro con muchas bajas, algunas de ellas importantes, como el caso de Nelo, Miguel Vázquez o Fran Fandiño, pero el equipo mostró carácter y peleó para conseguir los tres puntos.

No en vano, enfrente estaba el Bergantiños, segundo clasificado, que se jugaba mucho en el encuentro. A cuatro puntos del Compostela, el líder, no podían desperdiciar su oportunidad de sumar tres puntos más ante un rival que no se jugaba nada.

Sin embargo, el Ribadumia se lo puso mucho más difícil de lo esperado al Bergantiños y compitió hasta el final. Los locales tuvieron que sufrir más de la cuenta para poder llevarse estos preciados tres puntos y el marcador se cerró con un solo gol de ventaja para el Bergantiños.

Los locales salieron muy fuertes desde el inicio y dominaron los primeros compases del encuentro. A raíz de eso llegó el primer tanto de Iago Blanco, que fue el premio al plus de intensidad y concentración con la que saltaron al terreno de juego los locales. Los locales se aprovecharon de un error visitante en el centro del campo para adelantarse, y gozaron de alguna ocasión similar para ampliar la ventaja. Los carballeses siguieron apretando durante la primera mitad, pero las ocasiones no se tradujeron en goles y así se llegó al descanso.

Visto que las cosas no funcionaban, y sin nada que perder, el técnico aurinegro decidió arriesgar en la segunda mitad. Dio entrada a Iván Renda y varió por c completo el dibujo, pasando de un 4-2-3-1 a un 3-5-2. El cambio se le atragantó al rival, que comenzó a sufrir. Los aurinegros pisaban con demasiada facilidad el área contraria y parecía que la igualada era cuestión de tiempo. Esta llegó en un gran disparo de Hugo Soto al saque de una falta ante el que nada pudo hacer Cristopher.

Este tanto reactivó a los locales, que anotaron dos goles muy rápidos para devolver la tranquilidad a los suyos. El primero de ellos llegó en un nuevo error de la zaga aurinegra que supo aprovechar muy bien Rodri Alonso para superar a Iván Parada. El segundo mazazo llegaría tan solo dos minutos después, en un centro chut de Pablo Antas que se acabó introduciendo en la portería del Ribadumia.

Pese a los dos goles, los aurinegros no bajaron los brazos y buscaron opciones para reducir distancias y poder pelear por algún punto. El Bergantiños supo aguantar, hasta que Cerqueiras, en el inicio del descuento, anotó otro tanto de falta directa. Los pupilos de Luis Carro se lanzaron a por la igualada, y tuvieron alguna opción, pero acabaron regresando de vacío de Carballo.