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El Ribadumia sufre demasiado castigo

Los aurinegros plantaron cara a uno de los grandes favoritos al play off, pero se vieron penalizados por dos acciones a balón parado de Juncal - El golazo del lateral Santi no sirvió para puntuar en casa

El Ribadumia sufre demasiado castigo

El Ribadumia siempre encuentra adversidades en su camino, un error individual, una decisión arbitral errónea o un penalti innecesario. Ayer fue esta última circunstancia la que dio al traste con un trabajo excelente en el que los hombres de Luis Carro consiguieron no solo igualar, sino por momentos, superar a un rival diseñado para pelear por el play off y considerado como uno de los mejores equipos de la categoría, el Barco. Esa adversidad, unida a la falta de puntería en ataque, los acabó condenando a una derrota injusta, ya que los aurinegros merecieron mucho más, pero se encontraron con un Pepelli que hizo paradas de mucho mérito.

Ribadumia y Barco son dos equipos a los que le gusta ser protagonistas desde el manejo de balón, algo que demostraron desde el primer minuto de juego, con ambas escuadras tratando de llevar la manija y presionando la salida de su rival desde el inicio. Ese gusto por el trato de balón ofreció una primera parte muy atractiva, en la que muy pronto se desataron las hostilidades. Intentó golpear primero el Ribadumia cuando tan Solo habían transcurrido dos minutos, en un pase interior de Mota que dejó a Fran Fandiño en un mano a mano con Pepelli, un duelo que el meta visitante resolvió con gran acierto al rechazar con el pie el disparo del aurinegro.

La lucha titánica en el centro del campo parecía resolverse a favor de los visitantes en cuanto a posesión, pero no en sensación de peligro, ya que el Ribadumia, con Gabi, Filgueira y Hugo Soto siempre rondaba con peligro el área rival. La primera que ocasión del Barco llegó en el minuto 8, en un cabezazo que Iván Argos remató sin oposición, respondiendo de manera acertada Iván Parada. La respuesta del Ribadumia fue una contra rápida que finalizó con un disparo flojo de Filgueira, pero Pepelli no consiguió atrapar el balón y a punto estuvo de introducirlo en su portería.

El Barco sufría con las incorporaciones por banda izquierda de Rodri, pero pocas veces encontraron rematador. Poco a poco, los visitantes fueron imponiéndose y se adelantarían en el minuto 25 a la salida de un córner peinado al segundo palo. Allí estaba Ivi Vales, cuya volea obligó a Iván parada a desviarla, pero el rechace fue remachado a gol por Juncal, que, en posible fuera de juego, solo tuvo que empujarla a puerta vacía.

Aunque acusó el gol, el Ribadumia pronto se repuso con un golazo de Santi. El lateral enganchó un balón suelto en el borde del área y soltó nunca zapatazo que realizó una parábola perfecta para incrustarse en la escuadra contraria sin que Pepelli pudiese hacer nada. El Ribadumia pudo irse al descanso años con ventaja en el marcador, pero un defensa sacó bajo palos el disparo de Fran Fandiño a la salida de un córner en el 43 y después Pablo Mota se llenó de balón cuando estaba solo ante la portería y acabó disparando alto.

Tan solo habían transcurrido cuatro minutos de la segunda mitad, cuando el Ribadumia se encontró con uno de esos contratiempos que sufre prácticamente en todos los partidos. Una acción sin aparente peligro de Isi terminó en penalti, al ser derribado el lateral del Barco por Filgueiras, una oportunidad que no desaprovechó Juncal para anotar desde los 11 metros. Filgueiras pudo redimirse tan solo un minuto después, pero su disparo lo repelió Pepelli.

El encuentro siguió por los mismos derroteros que en la primera mitad, aunque el Barco parecía más incisivo, llegando a tener la ocasión de ampliar la ventaja, pero el cabezazo ese Mitogo a la salida de un saque de esquina se fue rozando el palo. La respuesta de los locales llegó tan solo un minuto después en una disparo de Gabi que desvió Pepelli con muchos apuros.

El Ribadumia se lanzó a la desesperada a por la igualada, dejando muchos espacios atrás que pudieron costarle caro en acciones de David Álvarez y Peli. En los últimos instantes, Carro modificó su esquema de juego, pasando a jugar con tres centrales y dos delanteros, lo que llevó a Javi Rey a introducir una línea de cinco en defensa y buscar con descaro una contra que sentenciase el partido, pero el marcador no se movería.

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