Derrota agridulce de España ante Italia

La selección nacional cayó ante Italia en Pasarón, pero se clasificó para la fase final de la UEFA Women’s Nations League, competición que da dos billetes para los Juegos

Pontevedra se vuelca con Tere Abelleira

Una fiesta del fútbol fue lo que se vivió anoche en el Estadio Municipal de Pasarón. La selección española de fútbol logró la clasificación para la final a cuatro de la UEFA Women’s Nations League, competición que da dos billetes para los próximos Juegos Olímpicos de París. Y lo hizo gracias a la victoria de Suiza sobre Suecia por 1-0, en el que partido que se disputó hora y media antes, porque en su encuentro en Pontevedra cayó por 2-3 contra Italia. Esta primera derrota de Montse Tomé como seleccionadora fue agridulce para el combinado nacional, especialmente para la pontevedresa Tere Abelleira, que jugaba por primera vez sobre el césped de Pasarón y recibió el cariño de la afición local.

Aunque las españolas se adelantaron en el marcador, tras el descanso, sin Aitana sobre el césped, el equipo se desdibujó y ofreció su peor cara, aprovechando Italia para remontar el encuentro. Un gol de Esther mantuvo viva a la selección hasta el final.

El primer acercamiento fue de Italia, que en el primer minuto dispuso de un córner que acabó rematando desde lejos Lisa Boattin arriba. A partir de ahí, dominio casi total de una España que ejerció una presión agobiante sobre sus rivales, a las que apenas dejaba encadenar dos o tres pases seguidos.

Así, en el minuto 7 le anularon un gol a Mariona Caldentey por fuera de juego. La mallorquina volvería a intentarlo solo un minuto después, obligando a Giuliani a estirarse para desviar su disparo con una buena mano.

Athenea, con una genialidad dentro del área, abrió el marcador tras recortar a Boattin y sacar un potente disparo que entró por el palo de la portera.

El balón era de España, con algunas tímidas aproximaciones de Italia superada ya la media hora de juego que no llegaban a tener peligro real. Así, con el 1-0 se llegaría al descanso.

Remonta Italia

Entró la niebla en Pasarón y se nublaron las ideas de España. Ya en la salida de vestuarios se produjo un error incomprensible de la seleccionadora Tomé, que sustituyó a dos futbolistas que no estaban preparadas para ello y el equipo saltó al campo con diez efectivos. Italia aprovechó el desconcierto para igualar el partido en el primer minuto de la reanudación: Caruso asistió a Giacinti en banda izquierda y esta recortó hacia dentro y sacó un remate cruzado con algo de parábola para superar a Cata Coll.

Intentó reaccionar España a balón parado. En el 53, Tere lanzó un córner que Irene Paredes cabeceó tras alzarse con autoridad, pero la pelota salió rozando el palo. Justo después, Olga lo intentaba con un remate lejano que atrapaba sin problemas Giuliani.

Entonces llegó el segundo golpe de la azzurra, que aprovechaba un regalo de Irene Paredes en defensa; Giugliano centraba desde la derecha y Cambiaghi cabeceaba a placer para hacer el 1-2.

La ausencia de la actual Balón de Oro, Aitana Bonmatí, y de Athenea, que estaba siendo muy incisiva por la banda derecha, debilitó en exceso a la selección española, que no conseguía fluidez en la circulación. Así, en el minuto 63, las italianas abrían brecha con el 1-3, que llegó en un saque de esquina mal defendido, en el que Cambiaghi peinó la pelota en el primer palo para que Linari, en el segundo, la empujara a gol.

Intentó tirar de casta Tere Abelleira, que probó con un disparo lejano que se estrelló en el larguero. La pontevedresa fue clave cuando robó un balón a un cuarto de hora del final y puso un pase interior que dejó sola a Esther ante Giuliani; la delantera no falló para recortar distancias.

Solo dos minutos después, Cata Coll fue la protagonista, al sacar una mano milagrosa para enviar a córner un disparo con mucha intención de Galli tras una contra de Italia.

El tramo final del encuentro fue de ida y vuelta, sin acierto en ninguna de las áreas y con las jugadoras españolas jugando con más corazón que cabeza, buscando más las individualidades que el juego colectivo que tanto le caracteriza y tan buenos resultados le ha dado.