Balonmano - División de Honor Plata Masculina

Demasiadas precipitaciones

El Valinox cae en un partido con once exclusiones y una roja

Pablo Castro, en un partido anterior. |  // ALBA VILLAR

Pablo Castro, en un partido anterior. | // ALBA VILLAR / Armando Álvarez

Armando Álvarez

Armando Álvarez

Alcobendas     23

Danci, De la Rubia (2), Nevado, Velasco (5), Boyarizo (2), Lozano, Gutiérrez (1), Crespo (3), Gimeno (7), Fuentes, Pinto, Echevarría, Berardi 82), Aguilera (1), Castellano, Arcas.

Valinox Novás   20

Díaz, Santomé, Flores (1), Iglesias (2), Pérez (3), Dacosta, Hermida (1), Leiras (5), Aladino, Trigo, Manu Martínez (1), Gil, Trifkovic (5), Castro (1), Teixidor (1).

Parciales: 2-0, 4-2, 6-4, 7-6, 9-9, 10-9 (descanso), 11-11, 14-15, 18-18, 20-19, 21-20, 23-20. Árbitras: Victoria Avilés y María Sánchez. Excluyeron a los locales De la Rubia (2), Lozano, Echevarria, Berardi y Castellano y a los visitantes Hermida (2), Trigo (2), Teixidor. Roja directa a Dacosta (min 36). Incidencias: Los Sueños.

No acaba de despegar el Valinox Novás, anclado a los puestos peligrosos. La temporada, devuelta a la tradicional liga a doble vuelta sin más enredos, será larga. No es tiempo de entrar en pánico. Pero al cuadro rosaleiro lo atraviesa un escalofrío en estas primicias del otoño. Le pesan las carencias más que las virtudes. Le vencen las precipitaciones. Llueve fuera y llueve dentro.

Valinox y Alcobendas se habían acostumbrado a competir por objetivos nobles. Los Sueños, sin embargo, acogió ayer un duelo alimenticio. Se notó en el ritmo industrial, en la pobreza de ideas, en el atisbo de miedo. No ayudó la pareja arbitral a que fluyese el juego, con once exclusiones y una roja directa. Un balance penal más atribuible a su criterio que a la aspereza defensiva. Igual contribuyeron al temblor mutuo presionando con la amenaza de pasivo, también precipitada. Las constantes paradas para secar la pista terminaron por empantanar el choque.

El Valinox aguantó al principio gracias a su 6.0. Armán supo cómo frenar la primera oleada en transición del Alcobendas, tan letal. De hecho, los madrileños, entre los más goleadores, se quedaron escasos. El Valinox disfrutó de su primera ventaja con el 7-8, en el minuto 22. A partir de ahí, los dos equipos se fueron alternando, sin que nadie dispusiese de dos goles hasta el 22-20.

Al intercambio de despropósitos y malas decisiones antes del descanso (10-9) le siguió un excelente arranque visitante. El técnico del Alcobendas, Javier Suárez, ordenó un 5.1 que la primera línea del Valinox, especialmente Trifkovic, descifró bien. Fue un pasajero rayo de luz. El regreso local al 6.0 secó a los lanzadores del Valinox, desconectó al pivote e hizo previsibles a los extremos. Solo un gol desde el 18-19 del minuto 46. Y más precipitaciones y pérdidas para desperdiciar los últimos regalos del Alcobendas.