Hockey sobre Patines

La separación hace la fuerza

El Cíes, que se cobijó en el Traviesas por la pandemia y el cierre de Bouzas, recupera su identidad para trabajar juntos por la recuperación del hockey sobre patines vigués

Jugadores de la canteradel Traviesas, en O Carme.

Jugadores de la canteradel Traviesas, en O Carme. / Armando Álvarez

Armando Álvarez

Armando Álvarez

Los clubes Traviesas y Cíes se han separado. Nada prueba tanto su amor como el divorcio. El Traviesas cobijó al Cíes en su estructura para resistir a las penurias de la pandemia. Concluido su convenio, el Cíes retoma su andadura en solitario. Ambas partes entienden que esa diversidad conviene al hockey sobre patines vigués y aún desearían más sociedades. Comparten pasado y afectos. Los hermana la pasión y el sufrimiento.

El hockey sobre patines vigués ha vivido el auge y la caída casi más que cualquier otro deporte en la ciudad, aunque el ciclo resulte común. El Torneo Cidade de Vigo ejerció entre 1983 y 2008 como mundialito de clubes, con bendición de la Federación Internacional. Liceo, Barcelona, Igualada, Barcelos, Amatori Vercelli y Benfica se lo repartieron. El Vigo Stick, en lo doméstico, disputó la OK Liga masculina y femenina. Una época de mieles, pero también de agonía. Nunca se saldaban las deudas. Las angustias financieras acabaron provocando su defunción cuando la crisis del ladrillo arrasó.

Tomba, con jugadores del Cíes.

Tomba, con jugadores del Cíes.

El paso de la abundancia a la escasez se tasa incluso en el número de clubes: de cinco a dos. El hockey resistió primeramente gracias a sus incondicionales en el Traviesas, que se había vinculado al Vigo Stick como cantera y que de ella se ha nutrido en este tiempo austero. “En cierto modo, esos últimos años del Vigo Stick, cuando colapsó todo, suponen un lastre para nosotros”, reflexiona la coordinadora, Marina Pérez. “Queremos enfocarlo de otra manera”.

El Traviesas no alienta sueños alocados de élite. Compite en Autonómica. En 2022 perdió la final por el ascenso a OK Bronce. Esta temporada quedó quinto en la fase regular, a las puertas de la fase de ascenso. “Empezamos flojillos la liga y cuando quisimos recuperar no se pudo”, indica Marina. “La presión jugó un papel bastante importante. Es un poco frustrante. Siempre estás ahí y no lo consigues”.

En realidad, ya que los clasificados poseen equipo en Nacional, el Traviesas hubiera podido ocupar ese plaza. Han rechazado esa posibilidad: “Al club le gustaría conseguirla ganando y por otra parte, económicamente ahora mismo es inviable. No tenemos los recursos para afrontar una competición nacional. Requiere un esfuerzo económico muy grande. Nosotros no podemos hacerlo. En las pistas estamos gastando más de 8.000 euros. La subvención del Concello es buena, no nos quejamos, pero apenas da para cubrir ese gasto. En cuanto al sector privado, falta un poco de cultura de apoyo al deporte, sobre todo a los minoritarios. Nos cuesta la vida conseguir patrocinadores”.

“No vamos a ascender si el equipo no puede competir en condiciones adecuadas. La entidad no se va a endeudar, eso lo tenemos muy claro”, afirma Marina, que jugó precisamente en OK Liga y conoce las penurias. “Nos gustaría mucho, pero lo primordial es ir paso a paso. Si por ahora no se puede, tendremos que trabajar para que se pueda”.

Equipo femenino del Traviesas.

Equipo femenino del Traviesas.

Ese plan se enfoca en disponer de una base sólida, con 184 licencias federativas más las escuelas. Marina celebra los indicios de recuperación: “No tiene nada que ver el hockey que hay ahora en Vigo a lo que había hace relativamente poco. Hemos aumentado muchísimo el número de niños y niñas. El pabellón se llena en los partidos del sénior. Yo no lo vivía desde el Vigo Stick. Es una pasada, la verdad”.

El Traviesas ha instalado su cuartel general en el pabellón de O Carme –recientemente inundado–. El Cíes, en La Mina, en Castrelos. Este otro club nació hacia 2011, con Leonardo Torres como motor. Tomba para el siglo, argentino de pro, concluyó en el Vigo Stick una brillante carrera con paso por Portugal e Italia. Jugó, de hecho, aquel Cidade de Vigo con el Barcelos y compartió después vestuario olívico con Antón Viladrich, portero todavía en activo en el Traviesas. Hilos que cosen pasado y presente.

El Cíes, totalmente especializado en formación, más pequeño en dimensión e intenciones, ha sobrevivido contra viento y marea. A las restricciones de la pandemia se unió el cierre del pabellón de Bouzas, parroquia con la que se habían compenetrado. De sus 49 alumnos, 19 dejaron de ir con el traslado a La Mina. Si las obras de reparación del Pablo Beiro concluyen en octubre, como les han anticipado, regresarán.

Para sobrevivir, el Cíes se adhirió al Traviesas durante dos años, que Tomba califica como “enriquecedores”. Los jugadores del Cíes han podido entrenar y competir con los del Traviesas. “Ahora terminamos la colaboración. Teníamos que recuperar nuestra identidad como club. Llevaremos caminos separados, pero la relación es espectacular”.

El Cíes organiza entrenamientos de puertas abiertas.

El Cíes organiza entrenamientos de puertas abiertas.

El Cíes inicia esta nueva etapa con 20 niños y tres equipos, prebenjamín, benjamín y alevín. Canteranos suyos de mayor edad se han quedado en el Traviesas. Como en el juvenil, que Tomba codirigió en esta etapa conveniada. “Hay chavales de 17 y 18 años que empezaron conmigo con 4. Tengo la ilusión de verlos jugar algún día en Nacional. Me gusta verlos crecer y evolucionar. El Traviesas tiene argumentos para estar en Primera. Es importante tener un equipo sénior donde los chicos se puedan ver reflejados”.

Tomba concentra sus energías en la formación. Ha realizado exhibiciones de captación en Samil. Sus entrenamientos en La Mina (lunes, de 16:30 a 17:30; miércoles, de 17:00 a 18:00) serán de acceso abierto a niños mayores de cuatro años durante todo el mes de junio. “Cuantos más equipos, mejor para la ciudad”, sostiene e igual celebra la existencia del Ponteareas o la posible fundación de un nuevo club en Monçao. “El hockey sobre patines está muy bien en Galicia, pero en Vigo tendría que repuntar un poco más”. A ello se dedica igual que en el Traviesas. Concluye Marina: “Que haya más clubes en Vigo, más oferta, más partidos, es bueno para todos”.

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