Voleibol | Superliga 2

El Club Vigo se apunta a otra aventura

El equipo de Pablo Parga jugará por el ascenso a Superliga tras imponerse en Coia al Alcorcón y aprovechar la derrota del San Sadurniño en Tenerife

Los jugadores del Club Vigo, durante un tiempo muerto. |  
// MARTA G.BREA

Los jugadores del Club Vigo, durante un tiempo muerto. | // MARTA G.BREA / REDACCIÓN

REDACCIÓN

Lo impensable fue cobrando forma en las últimas semanas hasta transformarse en una firme realidad ayer. El Club Vigo, un equipo hecho de estudiantes y trabajadores sin más pretensiones que asegurar la permanencia en Superliga 2, jugará por el ascenso a la máxima categoría tras finalizar la Liga regular en segunda posición. El pabellón de Coia, después de muchos años de pura supervivencia, disfrutó de una tarde de absoluta felicidad viendo a su equipo hacer realidad la pequeña carambola que precisaban para acabar en esa segunda posición. Necesitaban derrotar al Alcorcón (colista y ya descendido) y que el líder Cisneros les hiciese el “favor” de derrotar al San Sadurniño. Sucedieron ambas cosas. El Vigo hizo valer sus recursos y solo el ataque de nervios del segundo set pareció complicar la tarde, mientras el Cisneros se impuso con claridad a los ferrolanos. Las noticias desde Canarias de la ventaja que desde el principio tomó el líder suponían un importante colchón porque el Vigo solo tenía que preocuparse de ganar su partido sin ceder dos sets. Todo controlado en principio en el otro escenario.

Un jugador del Vigo hace un remate. |  // MARTA G.BREA

Un jugador del Vigo hace un remate. // MARTA G.BREA / REDACCIÓN

En Coia los de Pablo Parga pusieron pronto tierra de por medio. Ganaron el primer parcial con cierta tranquilidad. Aunque en ese momento se demostró lo complicado que es a veces manejar la adrenalina y los nervios. Los jugadores viguese sufrieron un pequeño apagón y eso permitió al Alcorcón, que nada se jugaba, dominar el segundo parcial. Los intentos por corregir los errores no surtieron efecto y los madrileños igualaron el partido a un set. Era lo máximo que podía permitirse el Vigo. Si entregaban otro parcial adiós a su ilusión de jugar por el ascenso.

En ese momento el equipo volvió a estar en su sitio para imponer la lógica de un mejor equipo. Victoria en el tercer parcial mientras desde Canarias llegaban noticias de que el San Sadurniño había perdido. El cuarto parcial de Vigo lo decidía todo y ahí los chicos de Pablo Parga no perdonaron. Abrieron hueco poco a poco para conseguir el triunfo y desatar la alegría en el viejo pero ilusionado pabellón de Coia.