Entrevista | Javier Maté Nuevo entrenador del Coruxo

“No puedes decir que es mal momento cuando todos tenemos que remar”

El legendario portero afronta el reto de intentar lograr la permanencia del equipo de O Vao “con la mayor responsabilidad e ilusión” | “En el mayor de los logros, el 27 de mayo vuelvo a ser un jubilado”, indica

Javier Maté y Jorge Otero,ayer, en el entrenamientoen Fragoselo.

Javier Maté y Jorge Otero,ayer, en el entrenamientoen Fragoselo. / Alba Villar

Armando Álvarez

Armando Álvarez

Dos clubes marcan la trayectoria profesional de Javier Maté. Legendario portero del Celta, el quinto jugador con más partidos, en el club vigués ejerció también de secretario técnico, entrenador del filial, entrenador de porteros y coordinador de la cantera. Al Coruxo lo entrenó entre 2007 y 2009. Tras pasar por los despachos del Rápido, regresó en 2015 como gerente y director deportivo. Fiel a la entidad de O Vao en diferentes funciones desde entonces, y recién jubilado –cumplió 65 años en octubre–, adiestraba actualmente a los porteros. El presidente del Coruxo, Gustavo Falque, le ha pedido que sustituya a los hermanos Montes e intente lograr la permanencia en Segunda RFEF. Pese a que su última experiencia en los banquillos data precisamente de ese 2009, salvo alguna interinidad puntual, ha asumido la encomienda. Lo acompaña otro gigante céltico, Jorte Otero, ex técnico de Rápido, Alondras y Arosa.

–¿Se esperaba que la directiva le pidiese asumir el cargo?

–Es que ni me lo imaginaba. Colaboro con ellos pero ahora ya estaba medio retirado. Sigo diariamente al equipo pero me enteré como todos, el domingo, cuando se empiezan a suceder los comentarios y por alguna llamada que tuve. El lunes me convoca la junta directiva, me pide opinión sobre qué grupo formar para hacerse cargo y me empiezan a insinuar que tengo que ser yo por las características que quieren. Me pilla un poco de sorpresa. He intentado asesorar sobre los entrenadores que conozco, pero ellos estaban convencidos de que debía ser yo por el conocimiento que tengo de la plantilla. Al haber convivido tanto con ellos, creen que podré ayudarles a recobrar algo de vitalidad.

–Entiendo que acepta por un compromiso sentimental.

–Va más allá de lo deportivo. Todos tenemos que aportar. Es lo que se suele decir de un hombre de la casa. Hay cosas que te gustan más o que te vienen mejor o peor, pero no puedes decir que es mal momento cuando todos tenemos que remar. Yo estaba ya un poco “out”, las cosas como son.

Javier Maté y Jorge Otero, ayer en Fragoselo.

Javier Maté y Jorge Otero, ayer en Fragoselo. / ALBA VILLAR

–Dos clubes marcan su trayectoria: Celta y Coruxo. Y en ambos ha desempeñado todo tipo de cargos.

–Cada uno tiene sus características. Yo nunca he sido un remilgado. He hecho de todo, menos de presidente. Eso te da experiencia. Cuando estás en un club, hay que intentar ser versátil. Dentro de la modestia, he intentado adaptarme a lo que se me requirió en cada instante.

–¿Por qué ha pensado en Jorge Otero para acompañarlo?

–Agradezco que la directiva me haya dado margen para elegir a los colaboradores. Jorge está más actualizado que yo. Se sentaba en un banquillo la temporada pasada. Es una persona de confianza y con la que no tendré ningún problema en discutir. En el fútbol hay que discutir mucho, aunque ahora parezca que no. Jorge y yo discutiremos. Es lo que queremos los dos para que salgan bien las cosas. Jorge mostró una gran disposición. Desde el primer momento me dijo que sí y con el club arregló en otros cinco minutos. Ha sido muy fácil.

–Discutirán pero si no llegan a un acuerdo, decidirá usted. ¿Le da importancia a la jerarquía?

–Ninguna. Jorge es mi amigo y mi mano derecha. Yo le intentaré hacer mejor a él y él me tiene que hacer mejor a mí. Evidentemente no pueden llegar cinco mensajes a la plantilla, sobre todo si son discordantes. Como afortunadamente hablamos mucho, tenemos muchas similitudes en nuestras percepciones. Lo demás es cuestión de matices, como en la vida. No habrá voces más altas que otras. Todas tendrán el mismo peso. Jorge no es un segundo; es un primero que está conmigo.

–¿En qué situación se ha encontrado hoy a la plantilla?

–Hay diferencias en los comportamientos según las categorías, pero otras connotaciones son paralelas. Hoy ha sido una mañana desagradable, para qué nos vamos engañar. Hay una gente que ha puesto toda su ilusión en que salga bien y se ha desestimado su continuidad. Es desagradable para los jugadores y es una mañana triste. A partir de ahí, hay que reactivarse y ejecutar una sesión de entrenamiento. Automáticamente la respuesta es buena. Pero eso no me llama la atención. He vivido cuarenta destituciones. Lo calculé ayer. Si la respuesta de la plantilla hubiese sido mala hoy, juicio y fusilamiento al amanecer. La respuesta de hoy ha sido sensacional. Pero lo tiene que ser mañana, la semana que viene… Todos los días. Hoy todo el mundo tiene la necesidad de mostrarse, ser intenso, querer agradar. No es que no lo hicieran antes. Sucede de forma inconsciente en el ser humano.

–No todas las destituciones son iguales. El vínculo con los Montes era especial. ¿Han hablado?

–He estado con ellos, tanto en su anterior etapa como ahora. Evidentemente que hablé, ya el domingo por la mañana. Tenía una llamada, la contesté rápidamente y ya me dijeron que parecía que no se iba a contar con ellos. Lo sientes, independientemente de las diferencias. ¡Cómo no vas a sentirlo por alguien con quien has empatizado durante mucho tiempo! Hoy ha sido una despedida fría, porque no puede ser de otra manera, pero por mi parte con el corazón caliente. Tanto ellos como Miguel, el preparador físico, son tres amigos más de por vida y tres compañeros que han trabajado 25 horas al día, dejándose hasta el último resquicio de su saber y su entender. Nadie puede ser ajeno a eso. Nadie es inmune a la pena. Nadie debe serlo.

–Quedan once jornadas. ¿Ya tiene claro qué teclas pulsar?

–No llego con una idea preconcebida. No soy tan listo. Yo no tengo certezas. Oigo a muchos entrenadores con muchas certezas, pero yo tengo muchas dudas. Y esas dudas me las tiene que despejar la plantilla. A mí y a Jorge Otero. Deben hacerlo muy bien, darnos un poco de esto y de lo otro, y después elegiremos. Desde luego no vamos a cambiar de la noche a la mañana ni vamos a crear situaciones abruptas. No creo que la plantilla caiga en shock, pero viene demostrando pequeñas carencias. Intentaremos subsanar las que podamos y potenciar las virtudes. Pero con toda la modestia. Es para ayudar desde la voz de la experiencia, de lo percibido en los últimos partidos, tratando de optimizar su rendimiento. Nosotros no vamos a ganar ni perder ningún partido. Nos hacemos responsables, pero la respuesta debe proceder de los jugadores.

Otero, preparando los balones mientras la plantilla calienta.

Otero, preparando los balones mientras la plantilla calienta. / ALBA VILLAR

–En 18 puestos, uno de ascenso directo, cuatro de fase de ascenso, uno de eliminatoria de permanencia y cinco de descenso. La diferencia entre el éxito y el fracaso es mínima.

–Esas normas y esas características ya las sabíamos. El año pasado también fue tan particular como este en lo clasificatorio. Con un esprint fenomenal con los hermanos Montes, el equipo se metió en play off de ascenso. Ahora, entre comillas, nos hemos relajado un poco. Han venido resultados malos y nos hemos visto abocados a una situación que no esperábamos. Es más fácil para equipos acostumbrados. A nosotros nos cuesta un poco porque al principio parecía que podíamos optar a metas mayores. Nos encontramos con este objetivo y hay que adaptarse ya. La competición está diseñada de esta manera. Dos triunfos te llevan arriba y dos derrotas te meten abajo. Bueno, seamos inteligentes.

–¿Su tarea concluirá a final de temporada, suceda lo que suceda?

–Ha quedado muy claro, igual que por parte de la junta directiva. Si veo que no puedo con ello, lo pondré en conocimiento. Tiene que ser así. En el mayor de los logros, el 27 de mayo vuelvo a ser un jubilado, que es lo que soy. Todo lo que tenía que hacer en el fútbol lo tengo hecho. Lo tengo muy claro. Con algunas cosas muy buenas, con algunas buenas, con algunas regulares… Mi etapa como hombre activo del fútbol se había terminado. Ha surgido esto y lo afronto con la mayor responsabilidad e ilusión. Pero no albergo ni la más mínima posibilidad de ningún tipo de continuidad, ni aquí ni por supuesto en ningún otro equipo.

Suscríbete para seguir leyendo