Primera División

Diego Martínez vive sus horas más duras

“Saldremos adelante”, asegura el técnico vigués del Espanyol, que está descenso

Diego Martínez, en su visita a Balaídos con el Espanyol. |  // MARTA G. BREA

Diego Martínez, en su visita a Balaídos con el Espanyol. | // MARTA G. BREA / Raúl Paniagua

Raúl Paniagua

“Podemos conseguir cosas que ahora mismo ni imaginamos”, proclamó Diego Martínez en su ilusionante presentación como técnico perico el pasado mayo. Fue solo una de sus reflexiones como nuevo preparador del Espanyol un año después de desvincularse del Granada y pasar una temporada sin equipo, con una experiencia de enriquecimiento en Inglaterra.

Apenas han pasado siete meses de aquella puesta de largo en Cornellà y el equipo es penúltimo en la Liga, ubicado en la zona de descenso por primera vez desde el adiós a la élite certificado en la miniliga del COVID en julio de 2020. Aquella ilusión del preparador vigués se ha transformado en necesidad y sufrimiento. Con solo dos victorias en 16 partidos, el cuadro catalán debe salir del atasco cuanto antes.

“Está claro que necesitamos ganar y que nos enfrentamos a un equipo [el Getafe] con una puntuación similar a la nuestra. Debemos mejorar nuestra mejor versión para vencer. Podemos hacerlo. Confío en el vestuario, saldremos adelante”, reflexionó ayer Diego Martínez. “No nos gusta estar abajo. Entiendo al aficionado. Mi abuela cuando me ve me dice: ‘hay que salir de ahí’. Y saldremos. Queremos que el equipo se suelte de verdad. No miramos la clasificación más allá de la jornada 38. A veces en la 16 es vino y rosas y en la 38...”.

Mañana toca visitar al conjunto de Quique Sánchez Flores, la primera apuesta de Chen Yansheng para el banquillo perico. Llegó en el verano de 2016 y fue despedido en abril de 2018, con el equipo quinto por la cola y un vestuario dolido. También sufrió la falta de fichajes y, una vez fuera del club, llegó a calificar de “proyecto fantasma” al Espanyol de Chen. Tras pasar por China y por el Watford, regresó al cuadro madrileño, en el que cumple su segundo curso con la permanencia como objetivo. El Getafe es un un rival directo de los pericos.

Quedan 22 jornadas por delante para evitar cualquier drama, pero el fantasma de Segunda vuelve a corretear por el contexto blanquiazul. Después de bajar por primera vez en 27 años hace tres temporadas, nadie quiere pasar de nuevo por ese trauma. En aquel curso, el presidente chino intentó solventar la papeleta en el mercado de invierno, con la llegada de Raúl de Tomás, Embarba y Cabrera, pero resultó insuficiente.

Ahora, se esperan también varios movimientos, con un mediocentro y un extremo como primeras necesidades tras fichar al central César Montes. “Existe una necesidad para que un resfriado no sea un drama. Todos lo compartimos en el club y todos somos conscientes. Lo necesitamos, pero cada vez hay menos tiempo. Estoy orgulloso con lo que tengo y damos lo máximo, pero ese empujoncito nos vendría bien...”, apuntó el técnico. Del acierto de la parcela deportiva puede depender el futuro de un equipo al que se le acumulan los problemas.