Dos puntos más perdidos en casa, cinco ya en dos jornadas… pero esta vez la estadística oculta la realidad objetiva. Y esta dice que el Sárdoma 22/23 son mentalmente más fuertes que la campaña pasada. Sí, es el mismo bloque que en Primera Nacional cedió un carro de puntos porque en los minutos finales una pifia regalaba un gol al rival, que se llevaba el botín completo. Seguro que permanecerán aquellas cicatrices, pero ahora la acumulación de experiencia y, también, la ilusión por la nueva categoría, ha hecho que las blanquiazules no se amilanen. Caen y se levanta, caen y se levantan. Y han convertido un empate en otro punto de oro en una clasificación que está muy cara, con cuatro puestos de descenso.

El partido, además, tuvo un primer periodo vibrante. Avisó el Sárdoma, con un pase en profundidad de María Calvar sobre Yaiza, que tuvo que despejar como pudo Sara Serrat y que desde distancia golpeaba Irene como le llegaba el rebote, aunque el cuero no encontró la meta.

Otra aproximación de Irene y… el primer mazazo para las de David Ferreiro. Una falta cercana al centro del campo, Calvo que la botaba, llega franca al balón Olalla y se le cuela entre las manos. Sí, pifiada.

Pero las sardomistas no se hundieron. Y a balón parado, en un saque de esquina, llegaba el empate con un gol táctico. Elena sacaba fuerte y raso, Irene amagaba ir a por el balón y lo dejaba pasar para que “Muñi” llegase desde atrás encarando el segundo palo y fusilando. La pizarra funcionaba.

Sin embargo, la presión alta montañesa comenzó a crear problemas a la salida del esférico, el Racing dominaba y advertía. En el minuto 21, Blanco chutaba de lejos. Dos minutos más tarde, Martí, de zurda, alto. En el 25, otro zurdazo de Martí, tras saque de esquina, rechazado por Olalla. Y tanto va el cántaro que Ransanz cazaba un balón en mitad del campo sardomista para mandar una parábola ganadora al estar adelantada Olalla. Otro puñetazo al mentón.

No obstante, Ferreiro es un técnico fajador. La respuesta viguesa llegó de inmediato. Aproximación desde la banda izquierda, Yaiza no se lo pensaba y disparaba de diestra, golpeando el balón en el brazo de Marina. Penalti claro. Figueroa, como en Zaragoza, no fallaba.

En el segundo periodo, una galopada de Pradilla, con centro a Andrea Sordo acababa con Olalla errando de nuevo en la salida. Los balones por alto fueron su cruz. No retuvo el cuero y salvaba in extremis “Drus” antes de que Sordo pudiese llegar al balón para marcar.

No fue una segunda parte local, aunque Irene tuvo un eslalon con disparo fuera (min. 73). Las visitantes metieron atrás a las gallegas, pero Olalla estuvo en su sitio. Lo peor, la lesión de Laura Izard (rodilla derecha), tratada también por el fisioterapeuta del propio Racing de Santander.

Ficha técnica

2. Sárdoma: Olalla; Andrea Mariño “Drus” (Laura Martínez, min. 81), Ainoa, Elena Pérez, Sara Álvarez “Muñi”, “Equis” Márquez, María Figueroa (Ainara, min. 63), Nerea Cruz (Paula Lorenzo, min. 63), María Calvar, Irene (Laura Izard, min. 75) y Yaiza (Noelia Pereira, min. 63).

2. Racing de Santander: Sara Serrat; María Blanco, Marina Martín, Tibiabín, “Ali” Ruiz, Sandra Calvo (María Requena, min. 78), Paula Ransanz, Irene Campo (Carla Gómez, min. 63), Andrea, Elena Pradilla (María José Gutiérrez, min. 75) y María Martí.

Árbitro: Gabriel Quintairos (delegación de Vigo). Amonestó a las visitantes Marina Martín y Paula Ransanz.

Goles: 0-1 (minuto 14), Sandra Calvo. 1-1 (min. 17), “Muñi”. 1-2 (min. 27), Ransanz. 2-2 (min 31), María Figueroa, de penalti.

Incidencias: Municipal de As Relfas. Cuarta jornada de la 2ª RFEF. Buena entrada, con algunos aficionados cántabros. El Sárdoma estrenó dos lonas gigantes por su 75 aniversario. La ambulancia del 061, que acudió de inmediato, se llevó a Laura Izard a un centro hospitalario.