El británico Matthew Fitzpatrick conquistó el Abierto de Estados Unidos, el primer ‘major’ de su carrera, al acabar con un acumulado de seis bajo par, un golpe menos que los estadounidenses Will Zalatoris y Scottie Scheffler.

Matt Fitzpatrick necesitó de dos ‘putts’ en el 18 para hacer par y firmar una tarjeta de 68 golpes que le entregó su primer título en el PGA Tour. Le tocó esperar a que Zalatoris no anotara el suyo, un ‘putt’ lejano que bordeó el hoyo y permitió que comenzara la celebración de un título del Abierto de Estados Unidos para la historia.

El británico cerraba su tercera jornada con dos golpes bajo par, igual que ya hiciera el jueves y el sábado. Fue el mejor por su rendimiento en The Country Club, pero también por su capacidad para soportar la presión que Zalatoris y Scheffler le impusieron.

Es su primer grande, y en el green del 18 le esperaban su madre y su hermano, los mismos que lo hicieron en 2013, cuando ganó el campeonato amateur. Un viaje en el tiempo, esta vez para imponerse a los mejores del mundo.

Aquella victoria de 2013 como amateur fue también en Brookline No es tan habitual repetir triunfo una vez llegado a profesional, y mucho menos repetir escenario.

Por su parte, Jon Rahm firmó en la última jornada su peor tarjeta del torneo con 74 golpes para culminar con +1 y fuera del top 10. Las aspiraciones al triunfo final fueron difuminándose con bogeys en los hoyos 5, 8, 10 y 12.

El primer birdie del de Barrika no llegó hasta el hoyo 11 cuando ya tenía muy lejos a los líderes Fitzpatrick y Zalatoris, sería el único de la jornada.