Cándido Carrera se sube al podio del Rally RACC Catalunya Costa Daurada junto a Dani Sordo. Ese tercer escalón se levanta apenas unos centímetros sobre el asfalto del parque cerrado de Salou. El salvaterrense, sin embargo, se siente como sobre la montaña más elevada, azotado por el viento y con las nubes a su alcance. Si mira hacia abajo, contempla la empinada subida de sus veinte años de esfuerzo –debutó en 2001– y los rostros de los casi cuarenta pilotos con los que ha trabajado. Cada curva y cada cambio de rasante, anunciados con precisión, lo han llevado hasta este instante. “La sensación es espectacular”, exclama a la vez que sueña con nuevos territorios que explorar, como el Dakar. Carrera entona con alegría su eterna canción y Sordo baila al son.

Dani Sordo y Cándido Carrera saludan al público en la ceremonia del podio en Salou.

No es un tercer puesto anodino. Sordo (Hyundai Shell Mobis WRT) persigue su 50º podio en el Mundial de Rally (WRC). Se lo va a tener que pelear a Sébastien Ogier (Toyota), siete veces campeón (2013-2018, 2020). El francés se ha empeñado en cazar para la historia a su compatriota Sébastien Loeb, con nueve títulos. La victoria en Cataluña no se sitúa esta vez a su alcance. Thierry Neuville (Hyundai) y Elfyn Evans (Toyota) se han asegurado desde el sábado los dos primeros puestos. Ogier y su copartícipe Ingrassia quieren arañar al menos los máximos puntos posibles para la general. Inician la jornada dominical a solo 1,2 segundos de Sordo y Carrera; tan cerca, piensan, pero descubrirán que tan lejos. La pareja cántabro-galllega se impone en las cuatro especiales de la clausura. “Esperaba algo más”, admite Ogier. “Estoy muy feliz por Cándido porque es su primer podio en el Campeonato del Mundo”, destaca Sordo.

La mención inmediata a Carrera retrata la relevancia que concede a su asociación. Sordo se había separado de su copiloto más habitual, Carlos del Barrio, la pasada temporada. Con su sustituto, Borja Rozada, no cuajó la sincronización. “Desgraciadamente, a pesar del enorme trabajo que hemos hecho los dos para compenetrarnos al cien por cien, el entendimiento de las notas por mi parte en los tramos no ha llegado a ser perfecta”, explicaba Sordo en verano al anunciar el divorcio. Carrera fue su siguiente elección.

“Estamos hablando de un piloto que lleva 15 años en el WRC. Eso solo es posible cuando eres muy bueno. Su palmarés ya lo dice todo”, comenta Carrera sobre la llamada de Sordo. “Es una maravilla trabajar con él. Me enseña muchas cosas. Progreso continuamente. Por ahora el entendimiento es fantástico. Trabajamos antes y durante el rally, preparándolo bien, para que todo sea mucho mejor cada día. Esto es llegar a la cima de mi deporte después de tantos años; en un equipo que es el actual campeón del mundo por marcas y con un piloto como Dani que es top, uno de los mejores”.

A la vez, sin embargo, asegura no haber sentido una presión especial durante la adaptación. “Lo vi como un proceso natural. Al haber corrido con tanta gente sabes que cada piloto tiene su estilo y quiere que le canten las notas a su manera. Yo sabía más o menos cómo le gustaba a Dani. También nos sentamos y me dijo cómo quería las cosas”. De hecho, Cándido Carrera ha introducido variaciones en la métrica y el ritmo de ese parloteo tan especial que realizan los copilotos, anticipándole al conductor la siguiente dificultad que se encontrará. “Tuve que modificar bastante mi manera normal de cantar. He conseguido cambiar a lo que él buscaba para ir cómodo”.

Sordo y Carrera cerraron su acuerdo en julio. Debutaron en agosto. Sordo ha compartido en este Mundial el tercer volante de Hyundai con Craig Breen. El podio les ha llegado en su quinta experiencia como pareja –ganaron el Rally Cristián López; segundos en Azores– y segunda en el Mundial –fueron cuartos en el Acrópolis–. A ninguno de los dos, aunque puntualmente satisfechos, les colma la tercera posición. Aspirarán a su primer triunfo conjunto en la última cita del WRC, el Rally de Monza.

El público catalán contempla el paso de Sordo y Carrera en uno de los tramos dominiciales. AFP7

Continuidad y el Dakar

Su planificación incluye la estabilidad mientras Sordo se mantenga en liza. El de Torrelavega ha comentado que podría retirarse a la conclusión del Mundial de 2022. Si cumple esta previsión, le aguarda una despedida apasionante, con la irrupción en el campeonato de los coches híbridos. Carrera se ve a su lado, disfrutando de esa aventura. “La idea desde el principio ha sido continuar hasta que Dani pare. Por ahora las cosas funcionan bien”, confirma el gallego. “Estoy muy contento trabajando con él. Me está aportando mucho y me está valorando un montón. Me trata de corregir cosas que cree que me pueden hacer mucho mejor copiloto. Que él reconozca ese trabajo también es importante. Quiere decir que voy por el camino correcto. Siempre que me he metido en cualquier proyecto he tenido claro que quería dar lo máximo que llevo dentro. Que salga mejor o peor depende de muchos factores, pero no quiero quedarme con la espina clavada de no haberlo dado todo”.

Ese compromiso se enraíza en su vocación. Cándido Carrera no es un piloto frustrado, a quien le han entregado el asiento de al lado como consolación. Cuando acudía como aficionado a los arcenes gallegos, junto a su hermano, ya se encargaba de recopilar revistas y mapas. “Lo que me gusta es ser copiloto. Ni conducir me gusta demasiado”, revela.

Como profesional, mantiene sus horizontes abiertos. Ya había comenzado a profundizar en su conocimiento de los raids, con materias específicas como la orientación. La oferta de Sordo ha aplazado esa mudanza. “Estar en el primer nivel te abre muchas puertas. Es el mejor escaparate que hay. A principio de año ya estaba orientado a los raids. Surgió la posibilidad de Dani y era irrechazable. Me gustaría estar en los rallies el tiempo que pueda, pero el siguiente paso será tratar de llegar al Dakar”.