El polémico y decisivo gol de Mbappé en la final de la Liga de Naciones dividió a árbitros y enfureció a futbolistas, y no solo los que estaban en San Siro. “Todos los que jugamos al fútbol sabemos que es fuera de juego”, lamentaba Oyarzabal. “El que ha puesto esta ley es porque no ha jugado al fútbol y no sabe lo que hay. Eric no quiere jugar, quiere despejar”, añadía. “No conocía la norma”, admitió el técnico francés Didier Deschamps, campeón gracias a esta acción, y al que la regla dejó en fuera de juego, como a muchos otros.

“¿Qué es más grave, no haber jugado al fútbol en su puñetera vida o jugar a una cosa y decir que está mal el reglamento?”, preguntaba Eduardo Iturralde González en Carrusel Deportivo, insistiendo en que Anthony Taylor y el VAR habían acertado. “Estar en fuera de juego no es sancionable hasta que interfiere en el balón o le disputa a un contrario. Condiciona, pero no interfiere”, apuntaba el excolegiado, señalando que ganar ventaja del fuera de juego es solo “cuando viene de un rebote de un defensor (no un mal despeje), de una salvada o de un poste”. Iturralde explicó ayer que el presidente arbitral de UEFA, Roberto Rosetti, estaba en San Siro como delegado del partido y que tras el encuentro proclamó que el gol había sido bien concedido.

Su opinión no era compartida por otros excompañeros. “Llevo 30 años arbitrando y 9 como internacional. Es gol ilegal. Me duele que expertos arbitrales estén haciendo esa interpretación de la norma”, criticaba en Radio Marca Víctor Esquinas Torres. “La literalidad de la norma es que hay fuera de juego si el delantero interviene. Es una interpretación canallescamente malinterpretada”, asestó. “Durante 30 años he estado pitando esto como fuera de juego y no había polémica mínima”.

César Luis Barrenechea Montero compartía este mismo punto de vista. “Para mí no hay dudas. Debió ser anulada por un claro fuera de juego del delantero francés. El atacante del PSG recibe el balón en posición de fuera de juego y ni siquiera la nueva regla le habilitaría para poder jugar el balón”, consideró. “Hay que recordar que el fútbol es un espectáculo y el aficionado cada día entiende menos este tipo de decisiones. Así, lo único que consiguen es cargarse el fútbol”, añadió.

“Se puede estar de acuerdo o no con la regla, pero se aplicó correctamente”, apuntó el exárbitro francés Bertrand Layec. “No es un error de arbitraje pero podemos considerar que viola el espíritu del juego, que esta regla es estúpida, que la regla es desgarradora y que quizás debería ser cambiarse”, complementó su compatriota Bruno Derrien, también retirado.

“Se considerará que un jugador en posición de fuera de juego no ha sacado ventaja de dicha posición cuando reciba el balón de un adversario que juega voluntariamente el balón, incluida la mano voluntaria, a menos que se trate de una salvada por parte de un adversario”, dice el artículo 11.2 del reglamento de la International Board. “Una salvada es una acción de un jugador cuyo fin es detener o desviar el balón, o intentar detener o desviarlo, cuando este va en dirección a la portería o muy cerca de ella con cualquier parte del cuerpo excepto con las manos o los brazos (a menos que se trate del guardameta en su propia área penal)”.

“En el fuera de juego, hay nuevas normas y cada árbitro lo interpreta como quiere, en este caso a favor de ellos. No le quiero dar más vueltas”, asestó Laporte tras la derrota. “El árbitro ha dicho que Eric ha hecho por jugar el balón y que a partir de ahí se borra el fuera de juego, pero no tiene sentido”, valoró Busquets. “A nosotros no nos explican eso”. “Me tiro, la toco con el taco y Mbappé está en fuera de juego”, relató Eric Garcia. “Me dice el árbitro que tengo intención de jugar el balón y que me debería apartar y dejar que Mbappé la controle. Es fuera de juego claro, un defensa nunca en la vida se puede apartar. Ojalá en un futuro cambien esta norma”, señaló el central.

Como él y muchos otros, Gary Lineker reclamó un cambio en “la absurda nueva ley de fuera de juego. Los legisladores de nuestro juego han complicado en exceso las cosas en los últimos años, tanto con el fuera de juego como con las manos. Siempre fue una mala idea que los árbitros decidieran las reglas en lugar de simplemente arbitrar”.

Misma acción en Balaídos, decisión contraria

La polémica por el fuera de juego de Kylan Mpabbé no sancionado por el árbitro inglés Antonhy Keylor todavía colea con un encendido debate entre gentes del fútbol y público en general que no comprenden cómo el colegiado validó el gol del delantero francés y expertos en arbitraje que sostienen que Taylor se limitó a realizar una correcta interpretación del reglamento al conceder el tanto. La jugada que decidió la final de la Liga de Naciones recuerda a una muy similar ocurrida en el partido de la trigésimo cuarta jornada liguera de la pasada temporada, que el Celta y el Levante disputaron el 30 de abril con arbitraje del aragonés Jaime Latre. El Celta se acabaría imponiendo por 2-0. La jugada, en la primera parte y todavía 0-0 en el marcador, la inició Josep Aidoo con un pase en profundidad a la espalda de la defensa hacia Santi Mina, que se encuentra en fuera de juego en el momento en que el zaguero ghanés contacta con la pelota. El balón le llega al delantero celeste en el área justo después de que el defensa granota Carlos Clerc despeje defectuosamente de cabeza e instantes antes de que Óscar Duarte lo derribe en el área, cometiendo penalti. Tras revisar la jugada a instancias del VAR, Vázquez Figueroa invalidó la acción por fuera de juego, privando al Celta de un penalti legal, según el reglamento. Una muestra más de la disparidad de criterios que existe en el arbitraje y que tan solo contribuye a crear confusión y rechazo hacia el videoarbitraje.