El Alondras dice adiós a su sueño del ascenso de la forma más cruel posible, encajando un gol en el último minuto y cuando estaba en inferioridad numérica. Las lágrimas de buena parte de la plantilla dirigida por Jorge Otero reflejaban, al final del choque, la crueldad de decir adiós de forma tan abrupta a una ilusionante temporada. Es el Estradense el que sigue soñando con el ascenso a 2ª RFEF al imponerse en el Campo do Morrazo con un golazo de Mulero en el minuto 90, anotado desde fuera del área y por la escuadra de Martín. El Alondras no pudo aprovechar la superioridad numérica de la que gozó desde el minuto 68, cuando el colegiado expulsó al delantero Piñeiro por un manotazo a Mauro mientras éste le agarraba de la camiseta para evitar un contragolpe. Tampoco pudieron aprovechar, los cangueses, su condición de locales ni la ventaja que les daba saber que si llegaban empatados al final de la prórroga estarían clasificados.

El lateral Diego, desconsolado, sobre el césped de O Morrazo. | // G.N.

En la primera mitad el peso del juego fue por fases. Tras unos primeros compases de tanteo el Alondras fue el primero en amenazar la portería de Cascallar con un remate de Luismi a la salida de un saque de esquina botado por Yahvé. Poco después, tras un contragolpe. Porrúa se escapa de su marcador y filtra un pase entre el lateral y el central que deja a Juanín solo delante del portero local Martín. Sin embargo, el atacante disparó demasiado blando al intentar cruzar el balón y Martín estuvo ágil.

Entonces el Estradense comenzó a ganar peso en el partido, dominando el medio del campo y con los rojiblancos en problemas para controlar a Vicente, Ube y Brais Vidal. La calidad de Porrúa se imponía y por su piernas pasaba casi todo el fútbol ofensivo de los de A Estrada. Un centro del propio Porrúa, en el minuto 16, a punto estuvo de acabar en gol pero Martín se la sacó de los pies a Juanín cuando ya armaba el disparo.

Sin embargo, la tendencia del encuentro cambió en el ecuador de la primera parte, cuando el capitán alondrista, Mauro, se echó a su equipo a la espalda y empezó a protagonizar el partido. Primero con una salida desde defensa muy brillante, cambiando el juego hacia el siempre vertical Jesús Varela que centró desde la derecha pero el remate de cabeza de Sergio Santos fue blando. En los siguientes minutos Mauro lanzó a sus compañeros. Primero buscando a Luismi, después perfilándose hacia el centro y cuajando un disparo que despejó la defensa visitante y, en el minuto 29, poniendo un centro medido a la cabeza de Jesús Varela. Cuando la grada canguesa cantaba gol el portero Cascallar sacó el esférico en una espectacular estirada. En la pausa para refrescarse Cascallar mostró dolor en un hombro a consecuencia de esta complicada intervención.

En la primera jugada tras el parón, de nuevo Mauro centró desde la banda izquierda, pero Luismi con la cabeza y Aitor con el pie solo pudieron rozar el esférico, desperdiciando así la oportunidad.

Justo cuando el Alondras más dominaba el juego llegó un pequeño bajón físico y Porrúa volvió a poner en aprietos a Martín con un disparo desde dentro del área que se fue al segundo palo.

El guión de la segunda parte fue similar en sus primeros instantes, con el Estradense trenzando ataques a través de Porrúa y Ube. El delantero Piñeiro hizo también su aparición peleándose con los defensas locales. El propio Ube sería cambiado en el minuto 64 por Mulero en una sustitución que a la postre resultaría definitiva.

Tras la expulsión, Jorge Otero dio entrada a Iván Pérez en la medular alondrista. Junto a Yahvé empezaron a dominar el juego para los locales. Sin embargo, el miedo a perder atenazaba a ambos conjuntos y las dos ocasiones más claras de esta fase fueron para el Estradense. Primero Edu, que había entrado para reforzar el ataque, disparó de larga distancia y el esférico se fue rozando el larguero. Era el minuto 80 y solo dos minutos después Porrúa volvió a avisar con un disparo raso al palo cuando Martín estaba vencido.

Fue entonces cuando el Alondras se sacudió la presión y empezó a pisar el área rival con un disparo de Yahvé alto e incursiones de Varela y Luismi. Cuando todo se encaminaba a la prórroga, una contra del Estradense acabó con Ángel batallando el balón y sirviendo a Mulero que hizo el gol del encuentro. El colegiado descontó hasta ocho minutos y el Alondras apeló a la épica colgando balones y con disparos poco precisos. En el último suspiro, sin embargo, Luismi recibe el cuero solo en el balcón del área pequeña. Su disparo salió fuera por muy poco.