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RODRIGO CONDE | Remero

“Ya no recordaba lo que era entrenar tan tranquilo”

El remero moañés Rodrígo Conde. / Gonzalo Núñez

Rodrigo Conde ha elegido el camino de la felicidad. El moañés ha sido dos veces campeón del mundo sub 23 en doble scull ligero, cuarto en el Europeo absoluto en 2019 y quinto en el Mundial. Logró la plaza olímpica para España junto a Manel Balastegui, pero hace unos días anunciaba a través de sus redes sociales que dejaba el peso ligero. Priorizaba su salud física y también su bienestar emocional. “No me compensa seguir pasando por todo lo que paso para llegar al peso de competición”, dijo entonces. Ahora, tiene ante sí una segunda oportunidad para luchar por su sueño olímpico.

Rodrigo Conde se ha liberado. Ha soltado la pesada mochila que portaba en los últimos años y emprende un nuevo camino hacia la plenitud. El moañés está convencido de que su decisión de abandonar el peso ligero ha sido la correcta. “Ahora vuelvo a ser yo”, proclama.

Desde Banyoles, donde viene de lograr la medalla de plata en el 1x absoluto del Open de Primavera, regata que daba acceso al equipo nacional en categoría absoluta, con lo que abre una nueva puerta hacia una participación olímpica, por la que volverá a luchar en la repesca mundial de Lucerna del próximo mes de mayo formando esta vez equipo con Aleix García, atiende a FARO DE VIGO.

–El Open de Primavera era su primera competición tras su decisión de dejar el peso ligero. ¿Qué tal las sensaciones?

–Me encontré muy bien. Ha sido una de mis mejores regatas en el skiff, de las que mejor me he encontrado tanto física como técnicamente. He tenido un rendimiento muy bueno y gracias a eso ahora estoy en el doble scull absoluto. El chico que ganó el campeonato es el skiffista que va a ir a la repesca en individual y yo, junto a Aleix García, que fue el que quedó tercero, formaremos el doble scull que irá también a esa repesca.

–No tuvo mucho tiempo para digerir su decisión de dejar el peso ligero.

–No me hizo falta digerirlo demasiado. En cuanto tomé la decisión y la compartí en las redes sociales me quité un peso de encima muy exagerado. Cuando lo dije pensé que iba a estar rallado unos días, replanteándome si de verdad era lo que tenía que hacer o no. Pero en el momento de publicarlo sentí tranquilidad y que era algo que tenía que haber hecho hace mucho tiempo. Ahora toca disfrutar del remo otra vez. Y todo eso le ganó a la parte que me pudiera decir que igual me había colado un poco dejando los Juegos a cuatro meses.

–Por lo que dice fue una decisión meditada, que llevaba tiempo planteándose y no fruto de un calentón.

–No, no, para nada. Hay mucho trasfondo, no solo el tema de lo difícil que iba a ser dar el peso y demás, pero es que el deporte de alto nivel siempre tiene esas cosas y a mí las injusticias no me gustan. Si hago algo es para disfrutarlo y en el momento en el que dejo de disfrutar es cuando tomo la decisión y estoy más que contento de haberla tomado, la verdad.

–Esa plata en Banyoles le abre la puerta otra vez a luchar por estar en Tokio.

–Voy a seguir haciendo lo mismo, simplemente en una categoría que es la adecuada para mí. Es algo que posiblemente tenía que haber hecho hace tiempo, pero a veces los objetivos nos nublan tanto la vista que no te das cuenta de que no estás disfrutando con lo que haces. Se había convertido en una obligación cuando, realmente, si haces un deporte yo creo que es porque te apasiona ese deporte y cuando dejas de sentir esa pasión es porque algo no estás haciendo bien.

"Ahora tengo todavía más confianza en que no es algo tan loco como puede parecer"

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–¿Qué opciones creen que tiene de conseguir otra vez ese billete?

–Nos quedan unos dos meses y medio para trabajar. Ahora mismo yo soy un peso ligero, pero más gordito. La fuerza no es la de un pesado, pero cuando consiga la fuerza que voy a poder desarrollar estos meses y mantenga el peso vamos a ir mucho más rápido. Es uno más uno, ahí no hay vuelta de tuerca. Yo soy una persona que siempre confía mucho en lo que hace. Si yo tengo la idea de clasificar voy a ir a competir pensando en que voy a clasificarme, no voy a ver qué pasa. Ahora tengo todavía más confianza en que no es algo tan loco como puede parecer.

–¿Qué echaba de menos de la etapa en la lucha contra la báscula no regía su día a día?

–Simplemente, la tranquilidad de poder entrenar con el objetivo de mejorar y de ir rápido, no solamente tener en la cabeza bajar de peso, que es un acosa que te acaba quemando mucho. Ir a entrenar día a día solamente pensando en cuántos gramos vas a perder para saber cuánto vas a poder comer y beber para después ajustarlo al día siguiente, es un cacao mental todo el día que no le deseo a nadie. Es un estrés mental muy gordo.

–¿Este camino que ha tomado le ha devuelto la ilusión?

–Llevo remando desde los ocho años y es mi pasión, pero llevaba un tiempo que estaba perdiendo esa motivación de salir a entrenar de intentar ser mejor, porque el tema del peso me tenía muy cohibido, muy quemado. Gracias a esta decisión he vuelto a esa época en la que me comía los entrenamientos y me daba igual lo que tocase que yo iba a ir a muerte, a dar mi doscientos por cien, sin preocuparme de nada más. Y eso lo he recuperado. Ya no recordaba lo que era entrenar tan tranquilo.

–¿Es ahora un Rodrigo Conde diferente al que colgó aquel vídeo en sus redes anunciando su renuncia al peso ligero?

–Diría que sí. Bueno, no, antes era un Rodrigo Conde diferente; ahora es cuando vuelvo a ser el Rodrigo Conde de siempre.

"Levaba un tiempo que estaba perdiendo esa motivación de salir a entrenar de intentar ser mejor, porque el tema del peso me tenía muy cohibido, muy quemado"

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–Su decisión requirió también de grandes dosis de valentía.

–Mi nutricionista me lo explicó de una forma que me encantó. Me dijo que, además de que a nivel físico era la decisión acertada, porque ya no había más de donde sacar y no valía la pena el desgaste que me iba a suponer para el resultado que íbamos a poder obtener, y lo que me explicó fue que todos los objetivos que nos ponemos con lo único que tiene que ver es con la mejora de nosotros mismos. Nunca el objetivo en sí, sino de en lo que te transformas durante todo ese camino. Yo lo que notaba es que, en lugar de estar avanzando en ese camino, me estaba viendo estancado por culpa del peso. Por eso, la decisión que había tomado es la más inteligente porque es la que me va a ayudar a seguir avanzando hacia esa plenitud y hacia la felicidad.

“Si metemos otro barco en los Juegos ya sería...”

–¿Se sintió respaldado por su entorno, por los técnicos y por la Federación en su decisión?

–De la federación no tengo ni idea. No hablo con ellos. Y en cuanto a los técnicos, realmente los que más me apoyaron son de los que menos lo esperaba. Estuve hablando una hora por teléfono con uno de los entrenadores, que trataba de convencerme a muerte de que no dejara el peso ligero; yo le expliqué mis motivos y después de escucharme me dijo: “No te puedo decir que no lo hagas porque te entiendo perfectamente”. Ahí quedó la cosa.

–De su entorno y seguidores sí que recibió una ola de cariño y apoyo.

–Me dejó flipado. Me esperaba bastantes más haters tras mi decisión. Soy consciente de que hay gente que no lo entiende, pero un 90 por ciento de las personas lo han entendido. Al principio, cuando ven que dejo el peso ligero y que eso supone dejar los Juegos, pueden pensar que se me ha ido la olla, pero si vas viendo el vídeo donde cuento por lo que he ido pasando y lo que siento yo creo que te entienden.

–No hay marcha atrás.

–La tendría si yo ahora mismo estuviese pensando que la he cagado o no estuviera tan bien como estoy. Si notase que ha sido una decisión equivocada siempre podría dar vuelta atrás, pero es que estoy muy, muy seguro de la decisión que he tomado y de que es la correcta, por lo que no cabe esa opción.

–¿Está tan seguro como ilusionado por lo que viene?

–Como consigamos meter otro barco en los Juegos ya sería... Yo estoy muy convencido de que podemos hacerlo, si cuidamos todos los detalles y vamos a buscar nuestra mejor versión. Todo apunta a que puede salir bien.

–El campeonato de Europa será un buen test para calibrar sus opciones.

–Va a ser nuestra primera toma de contacto contra los grandes, por decirlo así, pero yo no me pongo como un objetivo principal que tengamos que hacer un buen resultado, porque sino estamos acabados. Creo que es una regata a la que tenemos que ir con la idea muy clara de que llevamos poco tiempo entrenado y que igual el resultado no es el mejor que podíamos esperar, pero tenemos que ir para empezar a enfrentarnos a la gente con la que luego nos tenemos que medir en la repesca

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