Un torrente de críticas se agolparon ayer sobre el FC Barcelona y en particular sobre la dirección de la sección de baloncesto por el “caso Heurtel”. Al base francés no se le permitió regresar a la capital catalana con el avión del equipo, que acababa de disputar un partido de la Euroliga en Estambul el martes por la noche. Heurtel volvió ayer a Barcelona en un vuelo regular. Las críticas fueron intensas y no se mitigaron a lo largo del día pese al comunicado de la entidad defendiendo su actuación.

La Asociación de Jugadores de la Euroliga indicó que el comportamiento del Barça resulta “inexcusable”, explicó que ha estado en contacto con el jugador y sus representantes y que estudiará tomar medidas adicionales, al margen de informar a la Euroliga sobre los detalles del incidente. La Asociación española de Baloncestistas Profesionales (ABP) también lamentó anoche en sus redes sociales que un jugador estuviera “a las 00:30 tirado en una ciudad extranjera”. “Su club no le ha dejado montar en su avión de vuelta. ¿Hace falta explicar a los responsables cómo está la situación de COVID-19? ¿No queda algo de humanidad?”.

En el trasfondo de la polémica existe la sensación de traición por parte del Barça. Heurtel, con quien no cuenta el técnico Jasikevicius, viajó con el equipo a Estambul para resolver su futuro con el Fenerbahce. El Barça se hacía cargo de una parte de la ficha, pero al enterarse de que el agente del francés negociaba en realidad su incorporación con el Real Madrid, se indignó y no le dejó subirse al avión de regreso a Barcelona.

En el comunicado azulgrana, el club informó que el martes rompió las negociaciones con el agente del jugador y se emplazaron a seguir hablando. “Ante la situación generada por esta ruptura de las negociaciones, y al no estar bajo la disciplina del equipo en este partido, se decide que el jugador no vuelva con el grupo. El jugador no estuvo desatendido en ningún caso y se le dieron todas las facilidades -noche de hotel, billete de vuelo regular y toda la documentación pertinente- para poder viajar a Barcelona el día siguiente”.

De momento Heurtel sigue formando parte de la disciplina del club hasta que no se resuelva su futuro, quizá en unos días. La incorporación de Heurtel al Fenerbahce iba a permitir al Barça cubrir su baja con Leo Westermann, hasta ahora en el club turco y que cuenta con una ficha más baja.

Las explicaciones no convencieron a las asociaciones de jugadores ni tampoco a varios excomponentes del Barça, que se solidarizaron con Heurtel en las redes sociales. Kevin Seraphin, que coincidió con Heurtel en el Palau durante un par de temporadas, fue muy cáustico: “Los fans son increíbles pero los dirigentes, unos aficionados. Les regalaré un cerebro por Navidad”.

Tyrese Rice se quedó perplejo: “¿No le dejaron subir al avión? ¿Le están diciendo que no puede irse a su casa? Este hombre tiene familia y todo”. Incluso de la NBA llegaron reacciones, como del escolta de Orlando Magic Evan Fournier, compañero de selección de Heurtel. “Pésima entidad”, dijo sobre el FC Barcelona. Incluso un precandidato como Joan Laporta terció en el tema y señaló que situaciones como la de Heurtel “no ayudan a la imagen del club”.