Las Guerreras siguen de pie en el Europeo pese a haberse asomado al precipicio contra la República Checa (27-24). Haciendo honor a su apodo, las vigentes subcampeonas del mundo se movieron con audacia en el desfiladero y evitaron marcharse a casa a las primeras de cambio del Europeo femenino de balonmano.

Tras perder estrepitosamente ante Rusia en su debut y empatar por los pelos ante Suecia, a las de Carlos Vives les bastaba un empate para pasar de ronda. Sin haberse encontrado a sí mismas, estuvieron a punto de hacer las maletas antes de lo esperado, pero con una gran defensa y la inspiración de Carmen Martín (12 goles) lograron la gesta y se metieron en la segunda fase, en la que arrastrarán un punto del empate ante las suecas.

Nerviosismo, precipitación y ansiedad asfixiaron a las Guerreras en el inicio, permitiendo que sus rivales empezaran a creer en dar la campanada y se fueran al descanso con un botín de cinco goles (11-16).

Pero en el segundo acto a las checas les empezaron a entrar las dudas y se les encogieron los brazos, estando 10 minutos sin marcar ante el aumento de la intensidad defensiva española. Carmen Martín, que transformó sus 12 lanzamientos, devolvía la ventaja a España 50 minutos después y a tres del final. El miedo habia cambiado de bando y España no lo desaprovechó. El primer gol en el torneo de Carmen Campos y la octava parada de Merche Castellanos certificaron la sufrida victoria.