El Atlético de Madrid, invicto en Liga, pero carente de pólvora por la ausencia de sus dos nueves, Luis Suárez y Diego Costa, visita un Valencia que aúna el explosivo como parte de la identidad local y el recuerdo del último estallido: la salida de Kondogbia, de vuelta en rojiblanco.

Un duelo que debía enfrentar a dos equipos que fueran una sólida alternativa al título pero en el que el club de Mestalla, tras años trabajando para llegar, parece haberse autodescartado de ese papel mientras el Atlético –que lleva seis años sin perder en Mestalla– está firmemente encaramado a la lucha por el liderato, invicto y a 3 puntos del líder, la Real Sociedad, con dos partidos menos.

Un conjunto madrileño que tras la decepción del empate contra el Lokomotiv que le obligará a pelear hasta la última jornada por el pase a los octavos de la Liga de Campeones, retorna a LaLiga, donde los de Simeone están mostrando su mejor cara.