Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Muere Carlos Núñez, persona esencial en la historia del baloncesto gallego

El vigués fue jugador, entrenador y presidente del Ademar ä Se convirtió junto a Francisco Martín uno de los impulsores de la Federación Gallega ä Socio histórico del Celta

Núñez, durante el Memorial Quino Salvo. // FDV

El baloncesto gallego llora la pérdida de Carlos Núñez Gayoso, uno de sus grandes padrinos, alguien sin el que sería imposible entender la historia de este deporte en nuestra tierra. El vigués falleció ayer a los 88 años y la noticia cubrió de tristeza a todos aquellos que se cruzaron con él tanto en el mundo del deporte como en el judicial debido al trabajo de procurador que ejerció durante su vida laboral.

Pero hablar de Carlos Núñez es hacerlo por encima de todo de baloncesto y del Ademar, el club al que consagró su vida. Este deporte le arrebató el corazón desde niño y tras llegar a los Maristas comenzó a jugar en el Ademar, algo que hizo durante más de veinte años. Luego se sacó el título de entrenador para dirigirlo desde el banquillo -lo que le convirtió en maestro de gente como Vicente Rodríguez "Cholas" o Miguel Méndez- y finalmente dio el salto a la presidencia del club, cargo que ocupó hasta que el club se mantuvo como tal a finales de los años noventa. En ese momento cerró una etapa de casi cincuenta años al servicio del club.

Por si fuera poco, Carlos Núñez se encargó de poner en marcha junto a Francisco Martín a finales de los setenta la Federación Gallega de Baloncesto de la que fue vicepresidente y con la que colaboró hasta que decidió retirarse. Durante su vida Carlos Núñez recibió innumerables reconocimientos a su trabajo por el deporte gallego en general y el baloncesto en particular. En la tercera edición del Memorial Quino Salvo celebrado en Vigo se le tributó un merecido homenaje. No es de extrañar que durante el día de ayer fueron incontables los mensajes de cariño que transmitieron hacia él y su familia los clubes de baloncesto tanto de Vigo como del resto de Galicia reconociendo su entrega desmedida a este deporte.

Su otra gran pasión era el Celta del que era el socio número 43 y del que fue abonado durante más de setenta años. Solo el hecho de perder la antigüedad durante el año que estuvo en la mili le impidio tener incluso un número más bajo. Compartía esa entrega por el club vigués con su nieto Dani, junto al que acudía casi todos los fines de semana al estadio de Balaídos. El Celta también le dedicó ayer un bonito mensaje de despedida.

Compartir el artículo

stats